Le voy a contar una historia. Mi madre abandonó su aldea, un pueblecito en el interior de la provincia de Ourense (Galicia), con solo 17 años y cogió un tren hacia Alemania (era la primera vez que salía de Montes, ni tan siquiera hasta entonces había visto una televisión), dejando atrás una familia (cinco hermanos pequeños) cuyos únicos recursos eran unos pocos animales y el campo. Dos años después tuvo que llevar a esa aldea a su primer hijo: ella tenía que trabajar en Alemania y no podía hacerse cargo. De aquello hace 48 años. Y me siento muy ORGULLOSA de ella porque ha trabajado honradamente, sin engañar a nadie, sin lucrarse de nadie, con la conciencia limpia, con la honradez intacta.
Cuando aún existían las pesetas, un
empleado de la CAM, lo que usted compró/adquirió/le regalaron por
un solo EURO se equivocó y le dio 5.000 pesetas de más. Mi madre no
tardó ni 10 minutos en devolvérselas. Le dijo: “Jesús, que he
llegado a casa y he contado el dinero y tengo 5.000 pesetas de más.
Te has equivocado. Esto es tuyo”. Jesús, hoy pre-jubilado, se lo
agradeció (y varias veces, porque sino las tendría que haber puesto él de su bolsillo). Hoy, la CAM (propiedad del Sabadell) se lo
agradece 'bloqueándole' sus ahorros familiares: 75.000 euros.
Mi madre no va en coches oficiales ni
se reúne en despachos para hacer dios sabe qué cosas sin poca o
nada de ética. Pero tenga usted claro (lo tengan ustedes) que con su
trabajo HONRADO (espero que algún día recuperen ustedes el
significado de esta palabra) ha sacado adelante a cuatro hijos y sin
ROBAR, sin ENGAÑAR, sin ESTAFAR. Todos ellos han estudiado, algunos
más y otros menos. A esa generación de analfabetos bursátiles, es
decir pequeños ahorradores, les han podido engañar no solo una vez,
sino dos. Pero a mi NO me van a engañar una segunda vez. No se van a
reír en mi cara otra vez. NO. Quizá se queden con los 75.000 euros
(ustedes tienen mejores abogados) pero no se van a quedar con la
DIGNIDAD y HONRADEZ de mi madre, ni con la mía, ni con la de mi
familia. Ya se han quedado con muchas de sus lágrimas. Creo que ya
es suficiente.
Gracias al trabajo de mi madre y de mi
padre (ahora ciego por una enfermedad, Glaucoma) he estudiado, no
solo una carrera, sino dos. Con mucho sacrificio y ayuda, pero he podido
estudiar para poder defenderme de este mundo de 'buitres' hipócritas
en el que se ha convertido el siglo XXI, donde solo importa el dinero
y donde se están perdiendo los valores humanos. Ellos y mis hermanos
mayores me han enseñado a ser respetuosa. Y lo intento. Pero no
ignorante, eso ya NO aunque ustedes lo intenten cada día.
Señor Oliu, no sé si usted tiene
hijos y si sus hijos han trabajado fuera. Yo sí, y muchos años.
Como salía de casa temprano y no volvía hasta tarde (muchas veces
de madrugada) mi madre se levantaba antes y me hacía la comida, el
desayuno, la merienda, etc. Gastarme diariamente 6-7 euros era mucho
dinero para mi sueldo: 6*5=30*4=120 euros de mi sueldo, a ello súmele
la gasolina (200 euros mensuales). Total 300 euros de gastos para un
sueldo que no llegaba a los mil euros (en las épocas de bonanza, no
siempre). No me diga usted ahora que tengo para comer, que mi caso no
es 'extremo'. Perdone señor de las finanzas, lo único que sé yo de
matemáticas es hacer números para llegar a final de mes y si tengo
ahorros es porque no quería revivir la historia de mi madre: dejar a
mi familia para irme sola a otro país. ¿Usted no sabe lo que es
sentirse/estar solo a miles de kilómetros de sus seres queridos,
verdad?
Creo que usted cuando se sentó en una
mesa con sus asesores/especialistas en 'números' no pensaron ni un
solo segundo qué los ahorros de más de un millón de españolitos
procedían de muchas horas de sudor y de trabajo. Creo que ustedes
solo piensan en cifras. Eso se llama psicopatía integrada (véase la
entrada:
http://loquepasaporlasmentes.blogspot.com.es/2012/05/la-mentira-patologica-en-poderosos-y-no.html)
Yo confiaba en esa señorita. Su madre fue profesora mía de Literatura y cuando pasaron los años fuimos
compañeras de trabajo. Mi mamá le cosía a esa señorita los
botones de su ropa, le hacía peucos de lana o trapitos de algodón
para limpiar el polvo de su casa. Y todo ello gratis porque mi mamá
cose muy bien y le gusta ayudar a la gente con lo que ella sabe
hacer: trabajar con las manos. Hace unas semanas pedí (por escrito)
que esa señorita me atendiese (fue ella la que me encasquetó los
75.000 euros en preferentes diciendo que era un plazo fijo y que como
éramos muy buenas clientas nos merecíamos ese producto). Solo pretendía una cosa: que me mirase a los ojos y me dijese la VERDAD, que
reconociese su ENGAÑO. Pero me trajeron al director de zona de
Sabadell para ver si me 'intimidaba' y yo 'reculaba'. Pero a mi un
señor bien vestido no me intimida nada, quizá a un pobre
desgraciado/a como a mi madre sí. Ese señor me dio la razón, pero
no había otra solución: canjear mi dinero por acciones perdiendo un
40% o manteniendo el dinero en acciones durante 4 años.
Señor Oliu (extensible a cualquier
banquero, bancario y político) espero que no tenga que ver llorar a
su madre. Nunca. Se lo digo con el corazón en la mano: esos 75.000
euros le pueden servir para aumentar sus cifras a final de año, pero
lo que no voy a permitir ni a usted ni a todos sus 'secuaces' es el
sufrimiento por el que estamos pasando, por el que están pasando un
millón de españoles.
PD: ¿Por qué con los clientes del
Sabadell las condiciones del canje fueron muy diferentes? ¿No es lo
mismo lidiar con pequeños ahorradores que con empresarios, verdad?
¿Por qué no lo explica usted?
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