POLÍTICOS Y EMPRESARIOS ENTRE LOS PSICÓPATAS INTEGRADOS
¿Qué es mentir?... ¿Omitir información? ¿No decir la verdad? ¿Engañar? ¿Desviar la información? Son tantos los interrogantes que encierran la mentira que incluso la mentira se ha apoderado del día a día, de la rutina, de la forma de vida y de trabajo de los poderosos, y no tan poderosos, aquellos que dicen que una 'mentirijilla' o una mentira piadosa son aceptables.
¿Qué es mentir?... ¿Omitir información? ¿No decir la verdad? ¿Engañar? ¿Desviar la información? Son tantos los interrogantes que encierran la mentira que incluso la mentira se ha apoderado del día a día, de la rutina, de la forma de vida y de trabajo de los poderosos, y no tan poderosos, aquellos que dicen que una 'mentirijilla' o una mentira piadosa son aceptables.
La mentira patológica es
un ítem del factor 1 (personalidad) del PCL-R de Hare, es decir el
Diagnóstico de Psicopatía según la Psychopathy
Checklist-Revised (PCL-R), una herramienta clínica que permite
reconocer a los psicópatas, con un “bajo riesgo de equivocarnos y
distinguirlos de la delincuencia común o de simples desviaciones
sociales”, señalan desde Crímina, el Centro para el
estudio y prevención de la delincuencia (ubicado en la UMH de Elche,
www.crimina.es )
Pues bien, sabiendo ya
que la mentira patológica es un síntoma del PCL-R (hace
referencia a manifestaciones interpersonales, afectivos y
conductuales), podemos decir que ésta define a un sujeto para el que
el engaño y la mentira son características esenciales que forman
parte de su interacción con los demás. Ejemplos nos sobran,
desgraciadamente si hablamos de nuestros políticos, esos que nos
gobiernan y dirigen nuestras vidas con sus decisiones.
Si echamos la vista atrás
tan solo unos meses podemos observar como nuestro actual presidente
del Gobierno (en pre-campaña) afirmaba y reafirmaba por todos los
lugares por los que pasaba: “Nunca recortaré en Sanidad ni en
Educación” o “La subida del IVA es un sablazo de mal
gobernante” e incluso“No me gobernará Europa”
(podéis escuchar un excelente reportaje radiofónico en referencia a
esto en:
http://www.cadenaser.com/espana/audios/mentiras-rajoy/csrcsrpor/20120427csrcsrnac_9/Aes/).
Y 'él' sabía lo que decía, sabía que lo que estaba asegurando no
iba a ser así. Lo sabía. Sabía que mentía.
Estas mentiras, antes
promesas, se convierten en falsas historias a pesar de ser fácilmente
comprobables (vivimos en la era tecnológica y todo lo que dicen
nuestros políticos, afortunadamente queda grabado. Deberían tenerlo
en cuenta). Es más, existe la facilidad para volver a comprometerse
después de romper reiteradamente las promesas anteriores. Es lo que
sucede cada viernes, con las ya famosas 'reformas de los viernes' en
el Congreso de los Diputados, ese hemiciclo que se dice que es
la casa de todos. No. Como su nombre indica, es el Congreso de los
Diputados. De ellos. No del Pueblo. Habría que reformular esta
cuestión, pero lo dejamos para otra ocasión.
El mentiroso
patológico encuentra siempre una explicación o excusa para
todo. Y cierto es. Hay que recortar, porque estamos en crisis, dicen.
Esa es la excusa. Y se expresa tan fácilmente que llega incluso a
enorgullecerse de lo que se está diciendo aunque sepa que su mentira
convertida en verdad ficticia es solo eso, una falacia. Y es que,
queridos como decía una amiga, esta crisis acaba de empezar, aunque
no se nos diga y nos quieran convencer de que a finales de verano
todo mejorará.
La mentira patológica
desde la perspectiva clínica puede también relacionarse con otro de
los ítems del factor 1 del PCL-R: el 'engañador y manipulador'. En
este caso el uso del engaño se utiliza para estafar, timar,
defraudar o manipular a otros, y todo ello bajo un considerable grado
de frialdad, autoconfianza o desvergüenza.
Goebbels era un
genio de la propaganda. Para quienes no sepáis quién era (que lo
dudo) os refresco la memoria: Joseph Goebbels, era el ministro
de Propaganda nazi y vamos que si logró proppagar la ideas
hitlerianas. Se podría decir que uno de los dictadores más
sangrientos del mundo (Adolf Hitler) fue lo que fue por los
'¿consejos?' de Hitler. Su lema “Miente, miente, que al final
algo quedará...cuanto más grande sea una mentira, más gente lo
creerá..."; es decir repite mil veces una mentira y esa
mentira se convertirá en verdad.
Dicen que las
comparaciones no son buenas, ni reales... pero lo que a continuación
voy a comparar no son los personajes en sí, sino la repetición de
una idea para inculcarla. Hace tan solo unos días el lugar dónde
nací y donde me he criado ha saltado a las primeras páginas de los
periódicos y no porque sea el Valle del Juguete, el sueño de
cualquier niño... sino por una presunta trama corrupta política,
más concretamente por unas presuntas cuentas millonarias en paraísos
fiscales por parte de dos de los principales representantes políticos
del municipio. Tras repetir una y otra vez, una y otra vez, incluso
como hacía Hitler con la utilización de los medios de comunicación
(gran poder de las masas), la molt honorable alcaldesa del meu
poble se ha paseado varias radios (una de ellas municipales, todo
hay que decirlo, pagadas con los impuestos de los ciudadanos) para
gritar a los cuatro vientos que no tenía una cuenta millonaria en
Suiza. Sus allegados, su círculo, sus compañeros de partido la
apoyan a pesar de que una juez ha admitido a trámite y ha
incorporado dicha información a la causa (abierta desde hace dos
años) que se instruye en la actualidad. A pesar de ello, la molt
honorable y sus 'seguidores' siguen pregonando que no es verdad.
¿Qué es lo que no es verdad? ¿su mentira?
Nicolás Martínez (en su
blog www.nicocolau.blogspot.com.es)
hace un excepcional resumen de esta 'mentira' integrada: “En
un par de semanas hemos pasado de una fase
NEGATORIA: "todo
es una patraña", "esto son inventos y mentiras de alguien
que nos tiene manía persecutoria", "vamos a denunciar"
"se verá que todo es mentira",
a una fase MAREATORIA, "yo
no me he ido a ninguna parte, estaba en Ibi, saben donde vivo".
Luego el lunes entramos en una fase DIMISORIA
y REGISTRATORIA, y
ayer llegamos a la fase IMPUTATORIA,
si se me permite el palabro. Y claro está, también
vamos observando como sube el fiscal anticorrupción a interrogar al
exconcejal de hacienda, como lo imputan por cinco presuntos delitos,
y como las cosas van tomando un cariz peliagudo”.
Pero todo sigue
siendo “una mentira, una falacia, una invención de los medios de
comunicación”, “un ataque de mi ex”. Estas son las excusas del
ya exedil del Partido Popular. Una venganza, dice. ¿Es también una
venganza de la Policía? ¿De la jueza? El problema es que ellos
mismos se lo creen y sus lapsus lo demuestran como le pasó al
penalista defensor de nuestro exedil a las puertas de los juzgados
“podremos mentir”,
decía en lugar de “podremos
defendernos”.
Decía Keen, allá
por 1986, que “la verdad es lo primero que se sacrifica cuando
se entra a formar parte de un grupo exclusivo”. Más bien hacía
referencia a las sectas coercitivas, pero si eliminamos el adjetivo
coercitivo cualquier unión en creencias, costumbres, ideas, etc.
podrían tildarse de secta. Es cierto que el término secta es
peyorativo socialmente, pero en realidad secta (según la RAE, Real
Academia de la Lengua) es el conjunto de seguidores de una
parcialidad religiosa o ideológica. Pues bien, una de las fórmulas
más usadas para tergiversar la realidad es el reduccionismo a
posturas maniqueas. Se pretenden satisfacer las expectativas
emotivo-afectivas del sujeto e impedir el análisis exhaustivo y
razonado de la realidad, de la verdad. Típico en nuestros
políticos.
Pero no solo es la
mentira patológica la característica de nuestros políticos,
otras como la crueldad o la falta de empatía o la
manipulación también les caracteriza. Y a estos debemos
sumar la figura de los empresarios. Sí, los empresarios, los grandes
empresarios, también son psicópatas integrados. ¿Como puede uno
conciliar el sueño cada noche sabiendo que su riqueza es la mano de
obra de niños que apenas tienen seis años? La respuesta es fácil:
carencia absoluta de empatía, falta de remordimiento. ¿Cómo puede
un empresario ofrecer un trabajo por 300 euros al mes? Misma
respuesta en diferente escala: falta de empatía y ansias de lucro.
Según, de nuevo, la RAE,
mentir es decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o
piensa; inducir a error; o fingir y aparentar. Mentir es un problema,
no lo olvidemos. Un problema serio, demasiado. Y sí, los políticos
dan resultados elevados en el factor de personalidad, aunque poco en
el de desviación social. Es otro tipo de psicopatía, esa que no es
violenta (la física) sino una psicopatía integrada, la que está a
nuestro alrededor, la que compartimos a diario con decenas de
personas, esa que también puede destrozar vidas, esa que ya destroza
vidas.
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