“Mírame a los ojos y
dime si una señora de 80 años analfabeta es capaz de firmar unos
papeles en los que se dice que el vencimiento de sus ahorros es en el
año 3000 (teniendo en cuenta que estamos en el 2012, en su caso en
2009)”. La señorita bancaria me responde “Sí”. Entonces le
digo que me mire a los ojos y me diga si esa señora (miles de
señoras, desgraciadamente) sabían el riesgo que tenían esos
productos, que no estaban garantizados por el FROB. Es incapaz.
Miente. No puede mirarme.
En 2009 puse mis ahorros
en un plazo fijo (era lo que pensaba). Me ofrecieron un 7,35% de
intereses. Dos años después, allá por el mes de julio me enteré
por la prensa que eran productos de riesgo. Eran las preferentes,
esas tan famosas y que han disparado la tensión de miles de pobres
desgraciados que en lugar de gastarse el dinero lo ahorraban para el
futuro. Tras casi un año leyendo y asesorándome sobre el tema (casi
un máster) hoy 25 de junio de 2012 he ido a mi sucursal de la CAM de
toda la vida, donde toda mi familia ha tenido sus ahorros, donde
antes nos atendían como si fuéramos íntimos amigos y ahora nos
evitan (y coaccionan) porque protestamos por algo nuestro.
Un discurso muy bonito.
Estudiado. Un discurso económico casi brillante por parte de la
bancaria. Se lo tenía aprendido, hasta con ejemplos de otras
entidades en las que se desprestigia a la competencia porque eso sí
BANCO CAM es lo mejor de lo mejor (aunque un alto representante de
las esferas políticas dijese no hace mucho que era “lo peor de lo
peor”). Pero ese discurso que se lo expliquen a los economistas, no
a una señora de 66 años que no lo entiende. Ni yo, con dos
licenciaturas y un postgrado entiendo de bolsa.. La opción: canjear
72.000 euros por acciones. No hay otra opción. Así, tan frío...
como quien va a la frutería y pide un kilo de tomates.
Que te digan que tus
72.000 euros se van a la bolsa cuando la bolsa española está en
caída libre, enfada y mucho (hoy mismo, la bolsa española ha
cerrado con la segunda mayor caída del año). Que te digan que todo
es maravilloso cuando es todo lo contrario, cabrea. Cuando te
intentan tomar el pelo dos veces, te empiezas a mosquear seriamente.
Y cuando te intentan tomar por gilipollas, ya explotas. Entonces das
dos golpes en la mesa y pides tu dinero, tuyo no el de nadie... el
tuyo. En lugar de tranquilizar al cliente te dicen: “la cosa está
poniéndose violenta, voy a llamar a la Guardia Civil”. Perdone,
señorita bancaria: “por supuesto que estoy alterada (verbalmente
hablando), son 72.000 euros. Son mis ahorros. Son muchos años de
vida”.
Mi madre abandonó a su
familia con 17 años. Se fue a Alemania a trabajar para enviar dinero
a Galicia para que sus hermanos y padres pudiesen comer. Allí se
casó y tuvo a su primer hijo. Como tenía que trabajar (desde bien
temprano hasta entrada la madrugada) mandó al bebé con solo unos
días de vida a una aldea de la provincia de Ourense para que lo
cuidasen sus padres, junto con otros cinco niños pequeños (hermanos
de mi madre, ya que mi mamá es la mayor). Tras dos años intensos de
trabajo fue a por él (mi hermano mayor). Ni mi madre lo conocía, ni
el pequeñín quería irse con esa mujer (su mamá). Ha luchado
y ha trabajado hasta el día de hoy para darnos a sus 4 hijos un
futuro mejor. A ella también le han robado parte de sus ahorros, pero la
solución: llamar a la Guardia Civil es una mujer violenta porque ha
dado dos golpes en la mesa y ha pedido que le atienda la misma
bancaria que lo hizo en septiembre de 2009.
Tengo dos carreras y en
ninguna de las dos me he ido de viaje de fin de carrera... por
ahorrar, por tener un futuro mejor por si venían malos tiempos (que
ya están aquí). Los que me conocen saben que no suelo malgastar y
que me privo de cosas que me podría permitir... por eso de si vienen
malos tiempos para que no te faltara de comer (lo he vivido de cerca
y no quería que me pasara a mi). No me he comprado ropa de marca,
era derrrochar... En definitiva, era mi dinero y yo lo destinaba a lo
que pensaba que podía ser mejor y ahora se 'esfuma y la señorita
bancaria (la misma que el otro día me dijo mientras yo lloraba como
una magdalena: “Tengo cosas que hacer”) me dice (nos
dice, también estaba mi madre y mi hermana) que estamos
violentas y que hay que llamar a la Guardia Civil. No estoy violenta,
estoy indignada porque me habéis robado mi dinero y mi DIGNIDAD.
Tras hora y media salgo
de esa sucursal exigiendo mi test MIFID (test de idoneidad que la
legislación exige a la hora de contratar productos de alto riesgo,
como es el caso de las preferentes). Y todavía es capaz de decirme
la señorita bancaria que lo buscará. Cómo lo va a buscar si yo NO
he firmado NADA. Primero engaño, luego tomadura de pelo y finalmente
me tratan como a una GILIPOLLAS. Y para más inri, todavía tengo que
escuchar que todo lo que se ha publicado en los medios de
comunicación sobre las preferentes es mentira. Qué lo periódicos
no dicen la verdad y que son sensacionalistas. Viejo debate: cuando
el Derecho a la Información desaparezca (que es lo que quieren
muchos por sus propios intereses corruptos) tendremos un serio
problema porque la democracia se habrá convertido en
totalitarismo. Entonces sí que será cuando los periódico mientan.
Solo pido DIGNIDAD. Solo
quiero que esa señorita que me ofreció ese producto por un plazo
fijo me mire a los ojos y me diga que me engañó. Esa señorita
disfruta de sus veranos en la playa. Esa señorita viste ropa de
marca. Esa señorita tiene una bonita casa. Yo no tengo nada de eso
porque mi dinero, después de estar un año bloqueado ahora me
obligan (no hay otra alternativa) a canjearlo por acciones cuando la
bolsa cae diariamente en picado. Esa señorita ya no está en esta
sucursal. Ha ascendido por su buen trabajo realizado durante los años 2001 al 2009 (periodos de emisiones de las preferentes).
Que nos roben los de
arriba, esos que manejan (mejor 'trajemanejan') las altas esferas
económicas y sociales... es REPUGNANTE y sí todos los ciudadanos (y
yo me incluyo la primera) lo estamos permitiendo, estamos muy
agustito sentados en el sofá mientras nos quitan muchos de los
DERECHOS democráticos conseguidos por nuestros abuelos (mientras
suben el IVA de alimentos básicos aprueban la amnistía fiscal para
los DELINCUENTES). Pero que te engañe una pobre desgraciada como tú
y que concilie el sueño no tiene argumentación válida. No tiene
calificativo.
Me quitaran mi dinero. Lo
harán, ellos son los poderosos y los de 'arriba' se lo permiten y
encima les más dinero. Pero no me van a quitar mi DIGNIDAD. Quiero
que me mire a los ojos y me diga que me engañó. Quiero que me diga
que NO me alertó de los riesgos. Quiero que reconozca que me
'vendió' un plazo fijo con unos intereses altos porque yo era una
buena clienta de toda la vida y eso solo se lo ofrecían a los buenos
clientes. Quiero recuperar mi DIGNIDAD, es mía y eso no se quita ni
se roba. Quiero descansar ya.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar