Corrupción. Avaricia. Codicia. En todas las esferas, ninguna se salva (claro está, a más alto nivel psicopático en las poderosas: política vs economía). Adjetivos que se apoderan de la ya casi quebrantada 'marca Spain'. Es una odisea encontrar hoy en día a personas que dediquen su tiempo a los demás sin recibir nada a cambio (más bien, sin percibir dinero por ello); y más difícil es todavía si, además de ofrecer su tiempo, también ofrecen hasta su vida. Dejemos las corruptelas a un lado y hablemos de algo que realmente vale pena: IAE Rescue. Todos los vocablos iniciales se convierten en sus propios antónimos y el que mejor lo resume es uno: generosidad, en la más limpia y pura generosidad.
Salta la alarma: un terremoto de 7,5 grados en la escala Ritcher arrasa la población alicantina de La Vila. El epicentro de la tragedia está en la antigua fábrica de ladrillos de La Vila. Hay varias víctimas atrapadas bajo tierra y cada segundo es importante para salvarlas con vida. El operativo se pone en marcha y el Grupo Especial de Localización y Rescate aparece en escena. Son las ocho de la mañana y el despliegue ya ha comenzado.
Afortunadamente se trata de un simulacro, pero la naturaleza no avisa y todo, hasta lo más cruel, se puede convertir en realidad. La provincia de Alicante es una zona de riesgo sísmico moderado, donde se detectan cada año entre 50 y 60 microseísmos de una intensidad que oscila entre los 2,5 y los 4,5 grados en la escala de Ritcher, según un estudio de la Universidad de Alicante.
Más de medio centenar de miembros de la ONG mostraron su profesionalidad y sus conocimientos durante las 12 horas de simulacro ininterrumpidas. Incluso, varios voluntarios se hicieron pasar por víctimas y estuvieron bajo tierra (a una profundidad de unos dos metros) durante más de dos horas y fue una unidad canina (perros especializados en búsqueda de personas) la encargada de localizarlos. Otra de las prácticas que llevan a cabo es la búsqueda a través de TPL (Trapped Person locutor), o lo que es lo mismo busca personas. Son equipos formados por sensores sísmicos y acústicos que multiplican por mil cualquier sonido.
IAE Rescue ha estado de misión en Madagascar (tras el paso del ciclón Giovanna), se han desplazado hasta el terremoto de Turquía (2011), también participaron en la búsqueda de personas desaparecidas (la última fue durante las pasadas navidades en la Nucía); también hacen terapia con animales en geriátricos y con niños con alguna discapacidad y así un largo etcétera de misiones de ayuda humanitaria desde su creación en 1999.
Nueve de la noche. Ya no queda luz. Oscuridad casi absoluta. IAE Rescue se retira. En unas horas no tendrán que volver, todo ha sido ficticio. Pero la próxima semana volverán a estar en el mismo lugar para entrenarse a fondo, porque nunca se sabe cuando va a sonar el teléfono para solicitar su ayuda y entonces ya no será ficción, sino realidad.
Nueve de la noche. Ya no queda luz. Oscuridad casi absoluta. IAE Rescue se retira. En unas horas no tendrán que volver, todo ha sido ficticio. Pero la próxima semana volverán a estar en el mismo lugar para entrenarse a fondo, porque nunca se sabe cuando va a sonar el teléfono para solicitar su ayuda y entonces ya no será ficción, sino realidad.
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- Y si quieres ampliar información, la web de la ONG es: http://www.iae.org.es
