miércoles, 5 de diciembre de 2012

La vergüenza de los pobres (II)

Se llama José. Tiene 26 años, es sordo y huérfano. Hoy vuelve al mismo sitio, a la puerta de un supermercado de Ibi a pedir limosna. Hoy ya no mira a un punto sin fin. Hoy ha sonreído.

Iba en el coche cuando lo he visto. He aparcado y me he acercado. Me he arrodillado para mirarle a los ojos y su primera reacción ha sido miedo, temor… ha intentado protegerse con las manos, se ha echado para atrás. “Me llamo Ana y ¿tú?”, le he dicho. Tras unos segundos, ha empezado a gesticular con las manos. Pensaba que era extranjero, que no me entendía. Ha sido cuando su mano se ha dirigido al oído y entonces he comprendido que era sordo. Me ha recordado a mi padre. Mi padre es ciego.

Entonces he sacado de mi bolso mi almuerzo y le he dicho: “cómetelo”. Me ha mirado a los ojos y ha sonreído. Le he explicado que no llevaba dinero (es verdad) y hemos empezado a hablar como hemos podido. Él con señas y yo intentando vocalizar de la manera más lenta posible. Me miraba atentamente a los labios para entenderme. Mientras tanto la gente iba acercándose y depositaba alguna moneda en su tarro. Otros nos miraban con recelo. Hoy hace frío, mucho. José estaba temblando.

No ha sabido decirme en qué pueblo reside, pero más allá de Alcoy. Le he preguntado que por qué no está por las tardes, que llevaba varios días buscándolo. Viene en autobús, y los horarios no son compatibles.  Le he dicho que si era alguien el que le dejaba ahí, pero insistía que “no”. Vive con compañeros en un piso de alquiler. Dudo que paguen ese alquiler. Entonces por señas me ha dicho que tenía 26 años, que no tenía madre ni padre. Que no tenía familia. Que no recibe ninguna ayuda. Sus  manos siempre acaban en la boca, simulando que lo que quiere es comer.

Entonces ha empezado a sonreír. Le he acariciado varias veces en el hombro y le he deseado suerte. Una suerte que dudo que la tenga. Entonces ha empezado a sonreír. Me he alejado, y mientras caminaba me he girado y seguía allí, sentado a las puertas del supermercado pero ahora ya miraba al frente, ese punto perdido en el suelo había desaparecido. Ahora ya no sentía vergüenza.

Mientras esto pasaba, el juez mandaba a la cárcel a Díaz Ferrán. Eso sí, con fianza eludible de prisión de 30 millones de euros. Sí, 30 millones de euros. Cifras incalculables para el común de los mortales pero que seguro que consigue ese dinero, o por lo menos sus abogados lograrán una importante reducción económica.

Díaz Ferrán, ex presidente de la CEOE


Díaz Ferrán no tiene vergüenza. No sabe lo que es. José hoy tampoco la tiene, o por lo menos durante unos minutos la ha aparcado. La vergüenza de José es dignidad perdida, robada, arrebatada, arrancada. La de el ex presidente de la CEOE es corrupción, es psicopatía integrada (veáse La Mentira Patológica en Poderosos). Díaz Ferrán no pasará frío, tristemente José sí. Pero el que aboga por “trabajar más y ganar menos” tendrá más oportunidades y beneficios que José. Esto es España.

lunes, 3 de diciembre de 2012

La vergüenza de los pobres


Cabizbajo. Sin poder enfrentarse a la mirada de la gente que iba depositando una moneda en un pequeño bote. Cabizbajo, con la mirada penetrante en un punto sin fin del suelo. Impotente de decir una palabra, de pedir limosna. Allí estaba ÉL, a las puertas de un supermercado. Bien vestido. Aparentemente sano. Un chico de mi edad. Un chico de mi generación. Una generación tildada, tristemente, como la 'generación perdida'.

Vergüenza de pedir. Vergüenza de verse en la calle. Vergüenza de depender de los demás para llevarse un trozo de pan a la boca (junto a ÉL, dos barras de pan que alguien le ha dado)

Sentir vergüenza es un sentimiento que lleva a sentirse avergonzado de uno mismo, por lo que recae directamente a la autoestima, esencial en la vida humana. La vergüenza es una emoción secreta, escondida. ÉL ha tenido que convertir lo más íntimo en algo público. Se ha desnudado de la manera más cruel.

Me paro, miro mi monedero y solo llevo un euro. Decido ir a casa y coger un trozo de torta de almendras que me ha dado mi hermana. Vuelvo al lugar y ya no estaba. Su vergüenza no ha podido más.

Hoy han detenido a Díaz Ferrán, ex presidente de la CEOE. En su casa han hallado 150.000 euros en metálico y un kilo de oro. En casa de su 'secretaria' (también detenida) la friolera cifra de un millón de euros. Este señor (siempre me educaron en dirigirme hacia los demás con buenas palabras, pero realmente le definiría con otro término) no tuvo vergüenza en salir a la palestra mediática y abogar por "trabajar más y ganar menos", entre otras barbaridades. Dudo que se aplicase sus teorías. Dudo que tuviese, que tenga, un mínimo de vergüenza, menos aún de dignidad humana. 
  • Además de todo ese papel de dinero que convierte a esta humanidad en corrupta, hay que sumar propiedades por todo el mundo, vehículos de alta gama o yates

 Díaz Ferraz, ex presidente de la CEOE


ÉL me ha recordado a ELLA. Una anciana en otra puerta de un supermercado, en Valencia. Por las mañanas allí estaba y por las noches cuando regresaba del trabajo continuaba allí aunque el supermercado ya estaba cerrado. ELLA se esperaba a que los trabajadores tirasen a un contenedor los productos caducados. Un día le llevé mi bocadillo. Era mi comida de esa jornada. Ese bocadillo estaba hecho en Ibi. Nunca pensé que ÉL y ELLA tuviesen relación. Nunca pensé que Ibi llegase a asemejarse a una capital autonómica.

ELLOS no se conocen pero han terminado en un mismo sitio, en diferentes lugares geográficos. ELLA en Valencia, ÉL en Ibi. A los dos esta injusta sociedad les ha llevado a la misma situación. ELLA me recordaba a una abuela, a cualquiera de nuestras abuelas. ÉL me ha recordado a mi. A cualquiera de nosotros, a los de esa 'generación perdida'. Los dos sentían vergüenza. Los dos estaban cabizbajos. De una historia a la otra han pasado tres años.

Ibi es un pueblo industrial. O lo era. Un pueblo próspero donde en los años 60 muchos españoles de otros puntos de España vinieron aquí, entre esa multitud mis padres. He visto pobreza, mucha. He compartido ratos con la pobreza pero nunca en Ibi. Ahora la hay. En apenas una semana mi corazón se ha encogido viendo a ÉL y a otro ÉL durmiendo en una acera resguardándose de la lluvia, de una noche fría y lluviosa.

Hoy siento VERGÜENZA, ASCO y REPUGNANCIA. Vergüenza de nuestros políticos, de los lobby empresariales, de todos aquellos que roban sumas incalculables y, sin embargo, solo tienen beneficios políticos, policiales y judiciales. Siento vergüenza de la amnistía fiscal; siento vergüenza de la ley hipotecaria; siento vergüenza de las prácticas nada lícitas ni dignas de los bancos; siento vergüenza de las empresas del Ibex 35; siento vergüenza de tantas injusticias... pero NO siento vergüenza ni de ÉL ni de ELLA. Ellos solo luchan por vivir y, sin embargo, sienten vergüenza. Una vergüenza NO justa

lunes, 24 de septiembre de 2012

“Los diputados kenianos cobran unos 8.500 euros al mes mientras que el sueldo medio de Kenia oscila entre los 50 y 70 euros”


Hay entrevistas que a una le hacen sentirse especial y este es el caso. No solo por la cercanía del entrevistado (ha nacido y ha crecido en las mismas calles que yo) sino también por compartir profesión y por admirar su valentía e, incluso (en cierto sentido), por envidiar su quehacer diario. He entrevistado a políticos que han estado ocupando los sillones ministeriales de este país (que ya de paso lo digo, se va a la mierda), a cantantes que han llenado plazas y estadios, a deportistas que se han subido a pódiums, a altos cargos de las esferas del Ejército y de las Fuerzas de Seguridad… a centenares de personajes públicos y no públicos, conocidos y no conocidos (ya llevo en esto más de una década y he pasado por una docena de empresas periodísticas) pero ésta entrevista me hizo especial ilusión

Hace unos meses propuse en el medio de comunicación donde colaboro (Escaparate) crear una sección de ‘Desde la Foia a…’ (incluye los vecinos de Ibi, Castalla, Onil, Tibi y Biar) una copia del ya mítico ‘Españoles por el Mundo’. A nuestro alrededor hay cada vez más familiares, amigos, conocidos, amigos de amigos de amigos (incluso uno mismo, yo me lo planteo día sí, día también) que deciden coger la maleta e irse a miles de kilómetros para buscarse la vida. Son muchas las razones, aunque principalmente es la crisis, la puta crisis en la que estamos sumergidos. Y sí, digo puta porque es un término recogido por la RAE (así que no me digan ustedes lo de 'mal hablada) y que define muy bien por lo que están, estamos pasando el común de los mortales. Define la RAE el vocablo como ‘calificación denigratoria’, pues eso: la situación es más que denigratoria (y no solo en el aspecto económico)

Volvamos al tema en cuestión (facilidad la mía de desviarme a otras cuestiones… y no, no tengo vocación política). En esta ocasión entrevisté a un ibense; su nombre es José Miguel Calatayud, tiene 32 años y es periodista (también licenciado en Filosofía y como bien me apuntó después, no filósofo) Los que sabéis de cómo funciona un medio escrito nuestro peor enemigo es el espacio, cada vez más deseado entre los plumillas por su escasez. Muchas ideas, reflexiones, experiencias, vivencias… se quedan sin contar por nuestro ‘enemigo’, así que le propuse a Calatayud que se explayase en sus respuestas porque a posteriori iba a publicar la entrevista en mi blog.

Aquí os dejo la versión ampliada de la entrevista. Seáis o no periodistas os aconsejo que la leáis, podéis aprender (y mucho) de cómo vive y se las apaña un corresponsal de un gran medio español en otro país. Conocer los ‘entresijos’ de Nairobi, de los ‘apaños’ económicos…. y para los que seáis ‘plumillas’, unos consejos de la profesión muy sabios y que en estos tiempos no vienen nada mal.

J.M.C. en Sudán del Sur (en Gudele, cerca de la capital, Juba) en julio de 2011, durante una entrevista a sursudaneses que habían regresado del norte por motivo de la independencia de Sudán del Sur.



Los diputados kenianos cobran unos 8.500 euros al mes mientras que el sueldo medio de Kenia oscila entre los 50 y 70 euros"
 
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Lo tenía claro, quería contar historias. Historias convertidas en testimonios tan reales y que paradójicamente a Occidente (no a todos) no le suelen interesar, y es que hablamos del Este de África.
José Miguel Calatayud nació en Ibi hace 32 años; es periodista y filósofo, especializado en periodismo internacional. Hace tres años se fue a Nairobi (Kenia), tras residir varios años en París y Londres. Un destino quizá difícil para el mundo del reporterismo pero en el que este joven ibense está triunfando: colabora asiduamente con el diario El País, antes fue el corresponsal para la Agencia Efe y también ha colaborado con diferentes medios de comunicación europeos.
Antes de empezar su andadura profesional, hizo sus prácticas en la BBC y su primera entrevista la publicó en este periódico, Escaparate. En julio de 2012, la Fundación Marco Luchetta concedió el premio Dario D’Angelo a su reportaje ‘A la horca con 14 años’ (para leer el report, pinche aquí).


Pregunta (P): ¿Por qué decidió emigrar?
Respuesta (R): No fue una decisión de un día para otro. Cuando estaba en la universidad quería viajar fuera de España y pude pasar un año en París como estudiante Erasmus. La experiencia de vivir en un lugar nuevo, diferente, de aprender un idioma, de conocer a gente distinta… fue muy buena y muy positiva por lo que quise seguir viajando y conociendo nuevos lugares. De París me fui a Londres para aprender inglés y porque la ciudad me llamaba la atención. Y tras hace un máster en Londres, decidí venirme a Kenia porque me atraía el África subsahariana y porque quería ser corresponsal en el extranjero y pensé que tendría más oportunidades en un país como Kenia que en otro más “convencional” y donde ya pudiera haber más periodistas españoles trabajando.

P: ¿Es África un lugar peligroso?
R: Depende muchísimo del país de África y el lugar concreto en el que te encuentres. En África hay más países, más gente, más razas, más culturas, más idiomas diferentes que en Europa.
Nairobi no es una ciudad peligrosa y yo no he tenido ningún problema en este sentido en estos tres años. Sí te pueden robar el teléfono o la cartera o la mochila o el bolso en una aglomeración, pero también en Madrid o en París o en Londres. Sí hay zonas que conviene evitar, sobre todo por la noche, pero de nuevo lo mismo ocurre en cualquier gran ciudad del mundo. Un aspecto quizá más peligroso en Nairobi que en otras ciudades es el tráfico. Las calles son muy malas, por la noche hay muy poca luz, hay muy pocas señales y semáforos y, de todas formas, la gente no los respeta y los conductores de taxis, autobuses y matatus (minibuses) van como locos, por lo que hay muchos accidentes.

P: ¿Cómo reaccionó su familia (sobre todo su madre) cuando le dijo: “Me voy a África”?
R: La primera vez que dije que estaba pensando en irme a vivir a algún país africano no me hicieron mucho caso. Cuando lo seguí diciendo, les sorprendió y en un primer momento no lo entendían. ¿Por qué precisamente a África, qué se te ha perdido a ti allí?, me decían. Pero seguimos hablando, les expliqué que tenía sentido desde un punto de vista profesional y, como además ya estaban acostumbrados a que viviera fuera de España, me acabaron apoyando en mi decisión.

P: Nairobi es su primer destino laboral (referente al mundo de la comunicación….)
R: Sí es el primer sitio desde el que he trabajado como periodista a tiempo completo. Antes, tuve varios empleos de verano en Ibi y Alicante, hice prácticas en El Mundo en Alicante, tuve varios trabajos en París y Londres (trabajé mucho tiempo en varios Zara…), hice prácticas en el World Service de la BBC en Londres y, finalmente, empecé a dedicarme al periodismo a tiempo completo al poco de llegar a Nairobi.

P: ¿Cómo fueron sus inicios en Nairobi?
R: Fue fácil porque hablaba el idioma (aquí todo el mundo habla inglés) y me vine ya con casa gracias a un amigo de Londres que tenía una amiga que vivía aquí. Nunca había estado en una ciudad como Nairobi ni en un país como Kenia (sí tuve la oportunidad de viajar por el país durante mis primeros días aquí), pero el hecho de que hubiera tantas cosas nuevas y diferentes hizo que estar aquí fuera muy interesante, no difícil, y disfruté mucho la experiencia.
Más difícil fue empezar a colaborar con medios españoles, pero tuve suerte y fui poco a poco haciéndome un huequecillo. Acabé siendo el corresponsal de la Agencia Efe en la región y ahora estoy con El País. Y, antes de Efe y entre medias, tuve la oportunidad de viajar por la zona por mi cuenta y colaborar con varios medios en español y en inglés, así que no me puedo quejar.

P: Vive en una ciudad acomodada, pero viaja por todo el país a lugares 'calientes'...
R: En Nairobi se puede vivir muy bien con el suficiente dinero (como en cualquier sitio, claro), pero es una ciudad muy cara y con mi trabajo yo no me puedo permitir vivir tan bien como trabajadores de la ONU y ONGs o periodistas de otros países, que ganan muchísimo más y sí pueden disfrutar de un nivel de vida altísimo. Aún así, claro, yo gano mucho más que la gran mayoría de los kenianos y no vivo mal. Las desigualdades sociales y económicas son enormes y es algo a lo que cuesta acostumbrarse. Pero, también, Nairobi es una ciudad incómoda. Moverse por ella es caro y el tráfico es tan malo que puedes tardar horas en llegar de un sitio a otro. Anochece todos los días a la misma hora, sobre las 7 de la tarde, y como apenas hay alumbrado público la ciudad está muy oscura y no es conveniente andar por ahí. Durante las épocas de lluvias, hay calles que literalmente desaparecen y la ciudad cae en el caos, e ir de un sitio a otro se convierte en una odisea.

Más que viajar por Kenia a lugares ‘calientes’, sí he viajado por la región a otros países dependiendo de la actualidad o de si yo quería jugármela a intentar hacer reportajes por mi cuenta. Entre otros sitios, he estado en Somalia, Sudán del Sur y Egipto, que quizá eran ‘calientes’ pero donde yo nunca he estado en peligro. Me parece muy interesante viajar a estas situaciones de conflicto o de revuelta social, y más como periodista. En ellas ves lo mejor y lo peor de las personas y ves la historia ocurriendo en vivo delante de ti. Es fascinante.

P: ¿Le costó acostumbrarse a otras culturas?
R: La verdad es que no, lo llevo muy bien. Me gusta mucho llegar a un sitio y tener que acostumbrarme a un lugar nuevo y diferente, a otras costumbres, a otro tipo de gente, a otra comida… De hecho, creo que lo peor que llevo es cuando va pasando el tiempo y, por el motivo que sea, no puedo viajar y acabo aburriéndome del lugar en el que estoy.

P: ¿Se relaciona con españoles?
R: Sí, me relaciono bastante con otros españoles jóvenes, periodistas, trabajadores en la embajada, en la ONU o en ONGs. Somos un grupo de amigos con una relación muy buena y hacemos lo que cualquier otro grupo de amigos en cualquier sitio: quedamos para salir y tomar algo, para ir al cine, para pedir unas pizzas y ver una película en casa de alguien…

P: ¿Ha residido en más países? ¿Con cual de ellos se queda?
R: Cada sitio es diferente y también depende de la vida que lleves allí y en qué trabajes y demás. Yo estaba enamorado de París pero era más joven y lo que hacía era ir a clase, trabajar a tiempo parcial (en un Zara…) y salir. Ahora no volvería a tener esa vida.
Lo mismo con Londres, aún era joven y no tenía del todo claro lo que quería hacer, me ganaba la vida trabajando en tiendas de ropa (en dos Zara y luego en otra más pija), hice prácticas en la BBC y al final estudié un máster y ese año como estudiante fue muy bueno y pude de verdad disfrutar de Londres. Más adelante, y dependiendo del trabajo, no me importaría vivir en Londres durante varios años más, a pesar del clima, que sí es muy malo. Pero Londres es casi como un mundo, es una ciudad tan grande, tan abierta a todos, tan cosmopolita, que cada día puedes ir a sitios muy diferentes, hacer cosas muy distintas y conocer a gente de casi todos los países del mundo. Eso sí, es bastante cara y o tienes un buen trabajo o dinero o puede ser agobiante.
Y Nairobi, aunque no me quedaría a vivir aquí para siempre y a pesar de sus incomodidades, es una ciudad fascinante y vivir aquí unos pocos años es una experiencia muy interesante y de la que he aprendido muchísimo.

P: ¿Desde que llegó a África está trabajando?
R: Sí he estado casi todo el tiempo trabajando pero, excepto cuando fui el corresponsal de Efe, siempre ha sido por mi cuenta, como freelance. Esto tiene ventajas e inconvenientes. Eres más libre para decidir qué historias quieres escribir pero también asumes todo el riesgo financiero, te tienes que pagar todos los gastos de tu bolsillo y es fácil acabar perdiendo dinero o no ganando lo suficiente.

P: ¿Hay trabajo en Kenia?
R: Entre los kenianos hay bastante paro y muchos acaban trabajando en la economía sumergida o en las zonas rurales, en la agricultura de subsistencia.
Para los extranjeros, sí hay bastante trabajo pero en unos ámbitos muy limitados. La gran mayoría son diplomáticos, trabajadores en agencias y programas de la ONU, trabajadores en ONGs y periodistas. También hay extranjeros que trabajan en empresas privadas o que tienen su propio negocio pero aún no son muchos comparados con los otros ámbitos.

P: ¿Hay diferencias salariales con España?
R: Esos tipos de trabajos (en referencia a la pregunta anterior) para los extranjeros suelen tener unas condiciones muy particulares. En general y en esos trabajos, los extranjeros tienen muy buenos sueldos y unas condiciones laborales muy buenas (ayudas para la vivienda, muchas vacaciones y otras facilidades, como viajes pagados…).
Entre los periodistas extranjeros que estamos por aquí también hay diferencias y, por ejemplo, los medios españoles pagan mucho menos y ofrecen unas condiciones mucho peores que los medios de otros países.

En el mercado laboral nacional, los salarios kenianos suelen ser menores que en España pero el coste de la vida también suele ser menor. En general, las condiciones laborales son peores: los trabajadores kenianos tienen menos acceso a derechos y prestaciones sociales como el paro, la sanidad o vacaciones. Además de que, en general, los servicios públicos como la sanidad, la educación o el transporte son peores que en España.

Para los extranjeros y los kenianos que pueden permitírselo, la sanidad, la educación, el transporte y otros servicios privados sí son de calidad, pero pueden llegar a ser bastante caros.

P: Anima a los ibenses en situación precaria a emigrar…
R: En principio, sí creo que viajar al extranjero, pasar una temporada en otro país, aprender otro idioma son una buena experiencia en sí mismos. Pero el emigrar depende mucho de cada persona y de la carrera profesional que uno quiera perseguir. Si uno cree que aprender un nuevo idioma le puede convenir, si cree que hay más posibilidades laborales en otro país o si, simplemente, no encuentra nada en España ahora mismo y está dispuesto a invertir parte de sus ahorros, yo sí recomendaría a la gente que se la jugara y se fuera a otro sitio, a Londres, a Berlín, a Ámsterdam, a los países nórdicos… A todos mis amigos que se fueron a un sitio así les ha ido bien y hoy están en una buena situación profesional, casi seguro mejor de cómo estarían si se hubieran quedado en España.

P: ¿Qué consejo le daría a un español con estudios y experiencia pero sin embargo en las listas del paro?
R: Bueno, de nuevo, depende mucho de la persona y de sus ambiciones profesionales. En general, para alguien que esté en una situación así, sí creo que pasar una temporada en el extranjero puede ser una buena experiencia. Ver cosas nuevas, conocer a gente diferente, darte cuenta de que hay cosas que son muy distintas en un sitio y en otro, aprender un nuevo idioma… También creo que puede ser una buena inversión en uno mismo ya que en muchos sitios de Europa, por ejemplo, hay más empleo que en España y puedes acabar encontrando trabajo de lo tuyo allí. Y, en cualquier caso, cuando vuelvas a España habrás mejorado tu currículum y tu perfil con un nuevo idioma, nuevas experiencias y el hecho de que te fuiste mostrará iniciativa y capacidad de decisión.

P: ¿Y a un periodista?
R: Para alguien que quiera ser periodista y esté en esa situación que describes, la cosa está muy complicada. Aunque no quiera ser un corresponsal, pasar una temporada en el extranjero podría ser también una buena experiencia. Aparte de esto, le recomendaría que tuviera su propia página web o un blog en el que escribiera artículos y publicara sus fotos y vídeos. Que en su blog, y más que contar lo que le va pasando cada día o lo que piensa, hiciera periodismo, reporterismo, que saliera a la calle, hablara con la gente y contara sus historias. Historias humanas para ilustrar cómo está afectando la crisis a la gente de Ibi, por ejemplo. A los que van al instituto, a los que están en la universidad, a los que están en el paro, a los que les va bien (que de todo habrá), los que tuvieron una buena idea o suerte y han podido aprovecharse de la crisis, a los que afectan los recortes en prestaciones sociales (como las ayudas a discapacitados o el copago). Por ejemplo, que se fuera una mañana al Insalud y hablara con los agüelillos y agüelillas que se pasan allí el tiempo y que escuchara sus historias. Luego podría ofrecer un reportaje a los medios locales o regionales de su zona. Y, si no, que se lo currara a la hora de contarlo en su blog. Le diría que no aceptara trabajar gratis porque estaría devaluando su trabajo y el de los demás que nos dedicamos a ello, pero entiendo que hay gente que cree que, en un momento dado, le puede convenir.

Le diría que buscara colaborar con los medios locales y regionales de su zona. A la mayoría de la gente le importan las historias de las personas que viven a su alrededor, a muy poca gente le importa o le interesa lo que yo pueda contar sobre Kenia, por ejemplo. El periodismo local tiene muchísimas posibilidades que muchos pequeños medios no explotan, en mi opinión. Hoy en día, con un poco de dinero, muchas ganas y unos pocos colegas se puede montar un medio local (o hiperlocal en una gran ciudad) en internet que, bien hecho, gustará a la gente, tendrá audiencia y podría incluso generar suficientes ingresos a través de publicidad y donaciones.

P: En el caso de cambiar de país, ¿a cual se iría? ¿por qué? ¿dónde se iría?
R: Llevo aquí (Nairobi) ya más de tres años y sí me apetece un cambio. Me atrae Oriente Medio pero también Turquía y, en particular, Estambul. En cualquier caso, tendría que meditar la decisión porque siendo freelance, con un cambio así me juego el dinero de mi bolsillo y si la cosa sale mal, podría acabar perdiendo bastante dinero.
P: Desde Nairobi ¿cómo está viviendo la crisis de España? ¿Tiene amigos/familiares que lo estén pasando mal debido a la crisis?
R: Leo bastante prensa y sí sigo la situación en España, sobre todo con preocupación y con resignación. Sí conozco gente que está agobiada y preocupada pero, por suerte, nadie que esté realmente mal.

P: ¿Amigos o familiares también han emigrado a otros países? ¿Dónde? ¿les va bien?
R: Sí tengo algunos amigos que han emigrado, varios a Londres, alguno a París, algún otro a América Latina, y a todos les va bien.

P: ¿Le gustaría volver a Ibi para instalarse definitivamente?
R: La verdad es que no, también porque no podría realizar el trabajo que me gusta, que es ser periodista en el extranjero. Claro que en Ibi tengo a mi familia y a muchos amigos y me gusta ir y pasar unos días cada varios meses. Lo malo es lo caro que me resulta el viaje y el hecho de que como soy freelance no tengo vacaciones pagadas, así que cuando no trabajo no gano dinero.

P: ¿Echa de menos Ibi? ¿Qué es lo qué más hecha de menos?
R: Lo cierto es que no siento morriña y, más que Ibi en sí, echo de menos a mi familia y amigos que viven allí. Cuando vuelvo de visita, sí me gusta el hecho de pasear por las calles que conozco desde siempre, la tranquilidad que suele haber, el que en algunos sitios la gente me conozca… Pero también es verdad que a los pocos días me empiezo a agobiar o a aburrir y me entran las ganas de marcharme y seguir viajando. No suelo ir mucho por lo caro que me resulta y porque cuando no trabajo pierdo dinero, pero sí intento ir al menos un par de veces al año.

P: ¿Cree que es cierto que en España hay ‘una fuga de cerebros?
R: Habría que ver que se entiende por “cerebros” y las cifras “duras”: cuánta de esta gente se ha ido marchando estos últimos años, cuánta lo hacía antes, en qué puestos de trabajo acaban los que no se marchan… Pero, por lo que dice la prensa, sí parece que hay una “fuga de cerebros” y lo cierto es que me parece lógico, dadas las pocas oportunidades académicas y laborales que hay para mucha gente con preparación. También es verdad que, en sí misma, una “fuga de cerebros” no tiene por qué ser mala. Si, por ejemplo, la situación mejora en España en los próximos años, quizá a muchos de estos “cerebros” les interese volver para instalarse en España, con lo que traerían su experiencia adquirida en otros países, algo que siempre es positivo. Lo malo es que, tal y como están las cosas, parece que la mayoría de los que se van no tienen mucha intención de regresar.

P: ¿Qué cree que deberían hacer los políticos para evitar esta fuga de jóvenes al extranjero?
R: Ahora mismo no pueden hacer nada, lo tendrían que haber hecho hace años, incluso antes de la crisis. El Estado tendría que invertir en educación y en investigación e incentivar la creación y el desarrollo de industrias que puedan emplear a estos “cerebros”, tanto en el sector privado como en el público. Lo que pasa es que algo así lleva mucho tiempo y los efectos de una inversión así no se verían a corto plazo. Y ésa es, en mi opinión, una de las razones por las que los políticos no han invertido en estos campos, ya que en general tienden a pensar y actuar sólo en el corto plazo y con vista a las próximas elecciones.

J.M.C. en un poblado de kenia en poblado de Kenia (cerca de Machakos, a unas pocas horas de Nairobi en coche) entrevistando a veteranos de la rebelión Mau Mau de los años 50, en la que muchos kenianos se enfrentaron a las autoridades coloniales británicas.

PARTE PROFESIONAL

P: Escribe sobre temas (algunos) sensibles y trabaja para uno de los mejores diarios de España. ¿Cómo es el día a día de un ibense en un lugar (en cierto modo) peligroso?
R: Ya he comentado que Nairobi no es una ciudad peligrosa. Mi día a día es bastante normal. En general, estoy siempre pendiente de la actualidad de la región que cubro para el periódico –casi toda el África subsahariana­­– y estoy siempre pensando y trabajando en qué historias puedo hacer. Luego, cada día por la mañana repaso los sucesos de más actualidad y si considero algo suficientemente relevante, propongo al periódico hacer un artículo sobre ello. A partir de ahí, ya vamos hablando sobre los temas que vamos a hacer. Muchas entrevistas son por teléfono o por email pero, si tengo que quedar con alguien en persona por aquí, pues también me organizo para ver cuándo nos podría ir mejor a ambos.
En mi caso, y como trabajo por mi cuenta y no tengo una oficina, a veces mis horarios son un poco desordenados. Puede haber días que no haga casi nada durante el día pero me quede currando despierto hasta muy tarde. O puede haber días entre semana que no haga casi nada pero luego me pase todo el fin de semana trabajando.

P: Una de sus últimas informaciones ha sido la matanza de 34 mineros durante una protesta. ¿Cómo fueron esos días (informativamente hablando)? ¿Qué inconvenientes tiene un español para informar desde el extranjero?
R: Bueno, esos días no fueron muy diferentes a cualquier otro día. Sobre ese tema, la particularidad es que los sucesos estaban ocurriendo en Sudáfrica, muy lejos de Nairobi y un país en el que nunca he estado. Tuve que documentarme mucho sobre el país, el contexto, cómo se había llegado a esta situación, qué había estado pasando antes, qué podría pasar después… Así que leí muchísimo sobre Sudáfrica, sobre todo de medios y organizaciones locales. Además, localicé posibles fuentes y me puse a llamar y a enviar emails para verificar datos y preguntarles sobre estos temas. Vamos, que hice lo que cualquier otro periodista habría hecho para escribir sobre un país en el que no ha estado.

Un español, para informar desde el extranjero, tendrá diferentes ventajas e inconvenientes dependiendo del lugar en el que se encuentre. Por ejemplo, no es lo mismo informar desde América Latina que desde África. En mi caso, y por mi experiencia particular, me encuentro con que a muy poca gente en España le interesa lo que yo pueda escribir sobre esta región. E, igualmente, que a muy poca gente local en estos países les interesa lo que yo pueda escribir sobre ellos para una audiencia en España. Por ejemplo, no es lo mismo la BBC o Reuters o el New York Times, que trabajan en inglés, a quienes todo el mundo conoce y en los que políticos y otras personas de aquí quieren aparecer, que yo, que escribo para un periódico español, algo que a políticos y otras personas de aquí les da bastante igual. Esto tiene ventajas e inconvenientes. Por ejemplo, tengo menos acceso a personas muy importantes o a sitios caros y complicados a los que los grandes medios sí son invitados. Pero, al mismo tiempo y como mi medio les da más igual, creo que hay fuentes que me hablan con más franqueza y están más relajados cuando las entrevisto, con lo que a veces puedo conseguir una imagen más cercana a la realidad.

P: También ha escrito sobre piratas somalíes, guerras, intereses políticos... ¿Cómo se 'busca' la vida un freelance en África?
R: Ésa es la expresión perfecta: un freelance tiene que buscarse la vida, tal cual, allá donde esté. En mi caso, aquí en Kenia, es complicado por lo caro que es vivir en Nairobi y por lo caro –y a veces complicado– que es viajar por la región para hacer historias. Los medios españoles pagan muy poco, por lo general menos que los medios de otros países, por lo que intento minimizar mis gastos en vivienda, en salir y también los relacionados con el trabajo. E intento también colaborar en inglés con medios extranjeros, algo complicado por la gran cantidad de periodistas anglosajones que hay establecidos en Nairobi y en el este de África en general.

Más en general, esté en un país africano o en cualquier otro sitio, un freelance se busca la vida buscando contactos por su cuenta, leyendo muchísimo y haciendo muchas preguntas sobre la zona que cubre, ofreciendo historias a diferentes medios e insistiendo e insistiendo (porque muchos ni contestan), exigiendo que le paguen cuando un medio le compra un tema (porque a muchos les cuesta pagar, tardan mucho e incluso se pueden “olvidar”). La verdad es que una vida complicada pero también satisfactoria cuando las cosas te salen medio bien.

P: Supongo que tendrá medidas de seguridad...
R: Por lo general, no tomo medidas de seguridad particulares, ya que la vida en Nairobi no es peligrosa. Uno simplemente ha de tener el mismo sentido común que tendría en cualquier otra gran ciudad. Claro que la cosa cambia si vas a una zona en conflicto o donde puede haber tensiones, como Somalia o en su momento Sudán del Sur. En lugares así, uno ha de tomar más precauciones, estar muy bien informado sobre adónde puede ir y adónde no, quién es quién en el conflicto… Además, si uno va a un lugar en guerra, debería llevar chaleco salvavidas y casco, que en un momento dado te pueden incluso salvar la vida.

P: Su reportaje 'A la horca con 14 años' ha sido galardonado con un reconocido premio internacional... ¿Es el corresponsal el 'contador de historias'?
R: Es el único premio que he recibido. Cualquier periodista es un contador de historias. Claro que no es lo mismo una noticia breve hecha de forma muy rápida que un reportaje muy largo en el que uno ha tenido la oportunidad de trabajar durante semanas o meses. Pero todo artículo es una historia. El periodista no da sólo datos o “hechos desnudos” sino que cuenta a unas personas lo que les pasa a otras.

P: Sin duda, el periodismo también está en crisis y pasa por malos momentos ¿Qué cree que le falta al periodismo ? ¿Y a los periodistas?
R: Más que el periodismo en sí, en mi opinión lo que está en crisis es el modelo de negocio de los medios tradicionales, que no han sabido sacarle partido a internet y no son capaces de generar suficientes ingresos. Este modelo de negocio debe cambiar y es probable que en 5 ó 10 años sea bastante diferente a cómo es hoy.
El periodismo en sí no está en crisis en el sentido de que hoy se hace muy buen periodismo, igual que hace 10, 20, 30 años y desde siempre se ha hecho. El problema, en mi opinión, es que la crisis en la que están sumidos los medios tradicionales hace que muchos periodistas tengamos que trabajar en condiciones precarias. Y esto sí tiene efectos directos en la calidad del periodismo que somos capaces de producir. Por seguir con el ejemplo anterior de las protestas en Sudáfrica, hubo días que yo tuve muy poco tiempo para hacer un artículo sobre Sudáfrica, donde nunca he estado, desde Kenia. Si, por ejemplo, hubiera podido viajar a Sudáfrica, ir al terreno, hablar en persona con los mineros y, en general, tener tiempo para trabajar la historia y luego suficiente espacio en el periódico para contarla, habría sido capaz de producir artículos muchísimo más interesantes.

Otro problema que veo es la enorme cantidad de información a la que hoy en día tenemos acceso, sobre todo a través de internet. La gran mayoría de artículos disponibles son muy normales, no están muy mal ni muy bien, luego hay unos pocos muy malos y otros pocos muy buenos. Y quizá estos pocos muy buenos son menos visibles de lo que eran hace tiempo debido a que son una pequeña parte de toda esa gran cantidad de información disponible hoy.

NIVEL DE VIDA Y SUELDOS EN KENIA:

P: ¿Más/menos (aproximado) cuanto necesita un extranjero para vivir medianamente bien (sin caprichos) en Nairobi?
R: Ésta es complicada porque, en general, los extranjeros que viven aquí aspiran a un nivel de vida muy alto que incluya, por ejemplo, ser capaces de irse a la costa o de safari o a un cottage en la montaña casi cada fin de semana y eso es muy caro, pero no lo considerarán caprichos sino parte del vivir aquí. También, la mayoría de extranjeros quieren vivir en los barrios más chulos de las afueras o en pisos enormes y nuevos en otras zonas más dentro de la ciudad y, en ambos casos, son caros pero el extranjero te dirá que no se trata de un capricho. Por no hablar del querer volar a Europa o a América varias veces al año, lo que también es carísimo.

Pero, a ver. Si te quedas los fines de semana tranquilo en Nairobi, no cenas fuera todas las noches (muchos extranjeros lo hacen y en sitios caros) y no te gastas mucho dinero en el alquiler ni en comprarte muchas tonterías, puedes vivir medio bien con unos 1.200 euros al mes, pero apenas podrías ahorrar. Y si quieres salir más a menudo, poder comprarte ropa y libros (muy caros) y figuritas africanas y demás e ir de vez en cuando de fin de semana fuera de Nairobi, piensa en como mínimo unos 2.000 euros al mes, aunque seguramente necesitarías más y, de nuevo, apenas podrías ahorrar. Muchos de los extranjeros que trabajan en las embajadas o en la ONU o en ONGs pueden ganar fácilmente 3.000, 4.000, 5.000 euros o más, y de ahí que puedan y no les importe gastar mucho dinero al mes.

P: ¿Y cual es el sueldo medio en Nairobi?
R: Ésta también es difícil porque muchos kenianos trabajan en el mercado negro y porque aquí no hay estadísticas oficiales (o las que hay no son fiables) como en algunos países europeos. Pero mira, te cuento lo que averigüé hace poco para un tema sobre las escuelas públicas y los profesores (que se han declarado en huelga). Los sueldos de los profesores en la educación pública en Kenia varían muchísimo. Los peor pagados cobran unos 130 euros al mes y los mejor pagados (directores de escuelas e institutos que además tengan ayuda para vivienda) unos 1.700 euros al mes. Pero la gran mayoría de profesores del país están en una categoría en la que el sueldo es entre 150 y 175 euros al mes. Es difícil saber el sueldo medio en Kenia pero se estima en entre 50 y 70 euros al mes, aunque estas cifras tienen un margen de error alto y repito que son para Kenia y hay que tener en cuenta que, fuera de Nairobi, todo es muchísimo más barato y que en las zonas rurales hay gente que más que trabajar lo que hace es dedicarse a la agricultura de subsistencia. El sueldo medio en Nairobi tiene que ser más alto debido, por un lado, a los sueldos altísimos de los extranjeros y los kenianos ricos y, por otro, a que incluso gente que vive en barrios de chabolas quizá gane como mínimo eso, unos 50 euros. Por su parte, los diputados cobran unos 8.500 euros al mes y los sueldos de altos cargos políticos pueden llegar a ser bastante más altos. Los políticos kenianos están entre los que más cobran del mundo.

P: ¿Qué retribución económica tiene un corresponsal?
R: De nuevo, esto puede variar muchísimo dependiendo de si eres freelance o de plantilla, de si trabajas para una televisión o para una radio o para la prensa (o para las tres, o para dos de las tres), de en qué país estén los medios para los que trabajas… No estoy seguro pero, viendo el nivel de vida que llevan, imagino que muchos corresponsales anglosajones por aquí cobrarán al menos unos 3.000 euros al mes, algo más según vayas siendo más veteranos… y bastante más los altos cargos de grandes medios como la BBC o la CNN o Reuters o el New York Times.

En medios españoles, los corresponsales de plantilla han sufrido varios recortes de sueldos y, aunque no estoy seguro de cuánto cobran ahora, quizá esté en algo menos de 2.000 euros. En mi caso, cada mes varía mucho lo que puedo ganar porque depende de la cantidad de artículos que publique, pero de media es mucho menos de lo que cobra un corresponsal de plantilla español. Y también sé de corresponsales "estrella" españoles (que ya llevan tiempo y son conocidos y tal) en otros países que pueden cobrar hasta 7.000 euros al mes.

P: Tu primera entrevista la publicaste en Escaparate (donde trabajo yo ahora)….
R: Bueno, realmente no pasé por Escaparate. Estaba estudiando Periodismo en Valencia y tenía una asignatura que se llamaba Periodismo cultural. Uno de los trabajos que teníamos que hacer era una entrevista y dio la casualidad de que por esos días venía El Brujo a Ibi. Hablé con su representante, le dije que quería entrevistar a El Brujo y me dijeron que “vale”. Me documenté mucho sobre su carrera, quedamos en el mismo escenario en el teatro de la Casa de la Cultura un rato antes de la función y lo entrevisté y me pareció muy interesante. Ofrecí el tema a Escaparate y me dijeron que les interesaba pero que no podían pagarme nada (¡¡ja!!, me acabo de comer mi consejo de antes). Les envié mi texto y lo publicaron, aunque muy reducido, y ésa fue la primera vez que publiqué en un medio profesional, aunque no cobré. Esto fue, si no me equivoco, en abril de 2005.

Para leer la entrevista que salió publicada en el periódico Escaparate, pinchad aquí


lunes, 17 de septiembre de 2012

Tabarca, el paraíso


Contemplar la belleza de la naturaleza, compartir el espacio con seres vivos de diferente especie y sin hacerse ninguno de ellos daño, convivir en el mismo lugar, disfrutar de pequeñas cosas que se hacen enormes como simples sonidos de las olas rompiendo con las rocas.... simplemente observar más allá de donde el mar se junta con el sol es un verdadero placer.

Aquí os dejo la I parte de 'Tabarca, el paraíso', una sensación necesaria para purificar cuerpo y mente, dejarse llevar, no pensar, solo sentir...



viernes, 27 de julio de 2012

Carta al señor Oliu (extensible a cualquier banquero, bancario y político): ¿usted sabe lo que es un psicópata integrado?




Le voy a contar una historia. Mi madre abandonó su aldea, un pueblecito en el interior de la provincia de Ourense (Galicia), con solo 17 años y cogió un tren hacia Alemania (era la primera vez que salía de Montes, ni tan siquiera hasta entonces había visto una televisión), dejando atrás una familia (cinco hermanos pequeños) cuyos únicos recursos eran unos pocos animales y el campo. Dos años después tuvo que llevar a esa aldea a su primer hijo: ella tenía que trabajar en Alemania y no podía hacerse cargo. De aquello hace 48 años. Y me siento muy ORGULLOSA de ella porque ha trabajado honradamente, sin engañar a nadie, sin lucrarse de nadie, con la conciencia limpia, con la honradez intacta.

Cuando aún existían las pesetas, un empleado de la CAM, lo que usted compró/adquirió/le regalaron por un solo EURO se equivocó y le dio 5.000 pesetas de más. Mi madre no tardó ni 10 minutos en devolvérselas. Le dijo: “Jesús, que he llegado a casa y he contado el dinero y tengo 5.000 pesetas de más. Te has equivocado. Esto es tuyo”. Jesús, hoy pre-jubilado, se lo agradeció (y varias veces, porque sino las tendría que haber puesto él de su bolsillo). Hoy, la CAM (propiedad del Sabadell) se lo agradece 'bloqueándole' sus ahorros familiares: 75.000 euros.

Mi madre no va en coches oficiales ni se reúne en despachos para hacer dios sabe qué cosas sin poca o nada de ética. Pero tenga usted claro (lo tengan ustedes) que con su trabajo HONRADO (espero que algún día recuperen ustedes el significado de esta palabra) ha sacado adelante a cuatro hijos y sin ROBAR, sin ENGAÑAR, sin ESTAFAR. Todos ellos han estudiado, algunos más y otros menos. A esa generación de analfabetos bursátiles, es decir pequeños ahorradores, les han podido engañar no solo una vez, sino dos. Pero a mi NO me van a engañar una segunda vez. No se van a reír en mi cara otra vez. NO. Quizá se queden con los 75.000 euros (ustedes tienen mejores abogados) pero no se van a quedar con la DIGNIDAD y HONRADEZ de mi madre, ni con la mía, ni con la de mi familia. Ya se han quedado con muchas de sus lágrimas. Creo que ya es suficiente.



Gracias al trabajo de mi madre y de mi padre (ahora ciego por una enfermedad, Glaucoma) he estudiado, no solo una carrera, sino dos. Con mucho sacrificio y ayuda, pero he podido estudiar para poder defenderme de este mundo de 'buitres' hipócritas en el que se ha convertido el siglo XXI, donde solo importa el dinero y donde se están perdiendo los valores humanos. Ellos y mis hermanos mayores me han enseñado a ser respetuosa. Y lo intento. Pero no ignorante, eso ya NO aunque ustedes lo intenten cada día.

Señor Oliu, no sé si usted tiene hijos y si sus hijos han trabajado fuera. Yo sí, y muchos años. Como salía de casa temprano y no volvía hasta tarde (muchas veces de madrugada) mi madre se levantaba antes y me hacía la comida, el desayuno, la merienda, etc. Gastarme diariamente 6-7 euros era mucho dinero para mi sueldo: 6*5=30*4=120 euros de mi sueldo, a ello súmele la gasolina (200 euros mensuales). Total 300 euros de gastos para un sueldo que no llegaba a los mil euros (en las épocas de bonanza, no siempre). No me diga usted ahora que tengo para comer, que mi caso no es 'extremo'. Perdone señor de las finanzas, lo único que sé yo de matemáticas es hacer números para llegar a final de mes y si tengo ahorros es porque no quería revivir la historia de mi madre: dejar a mi familia para irme sola a otro país. ¿Usted no sabe lo que es sentirse/estar solo a miles de kilómetros de sus seres queridos, verdad?

Creo que usted cuando se sentó en una mesa con sus asesores/especialistas en 'números' no pensaron ni un solo segundo qué los ahorros de más de un millón de españolitos procedían de muchas horas de sudor y de trabajo. Creo que ustedes solo piensan en cifras. Eso se llama psicopatía integrada (véase la entrada: http://loquepasaporlasmentes.blogspot.com.es/2012/05/la-mentira-patologica-en-poderosos-y-no.html)

Yo confiaba en esa señorita. Su madre fue profesora mía de Literatura y cuando pasaron los años fuimos compañeras de trabajo. Mi mamá le cosía a esa señorita los botones de su ropa, le hacía peucos de lana o trapitos de algodón para limpiar el polvo de su casa. Y todo ello gratis porque mi mamá cose muy bien y le gusta ayudar a la gente con lo que ella sabe hacer: trabajar con las manos. Hace unas semanas pedí (por escrito) que esa señorita me atendiese (fue ella la que me encasquetó los 75.000 euros en preferentes diciendo que era un plazo fijo y que como éramos muy buenas clientas nos merecíamos ese producto). Solo pretendía una cosa: que me mirase a los ojos y me dijese la VERDAD, que reconociese su ENGAÑO. Pero me trajeron al director de zona de Sabadell para ver si me 'intimidaba' y yo 'reculaba'. Pero a mi un señor bien vestido no me intimida nada, quizá a un pobre desgraciado/a como a mi madre sí. Ese señor me dio la razón, pero no había otra solución: canjear mi dinero por acciones perdiendo un 40% o manteniendo el dinero en acciones durante 4 años.

Señor Oliu (extensible a cualquier banquero, bancario y político) espero que no tenga que ver llorar a su madre. Nunca. Se lo digo con el corazón en la mano: esos 75.000 euros le pueden servir para aumentar sus cifras a final de año, pero lo que no voy a permitir ni a usted ni a todos sus 'secuaces' es el sufrimiento por el que estamos pasando, por el que están pasando un millón de españoles.

PD: ¿Por qué con los clientes del Sabadell las condiciones del canje fueron muy diferentes? ¿No es lo mismo lidiar con pequeños ahorradores que con empresarios, verdad? ¿Por qué no lo explica usted?

miércoles, 25 de julio de 2012

POR FAVOR, LES PIDO QUE YA NO ME TOMEN MÁS POR GILIPOLLAS

La primera regla y más fundamental del periodista: contrastar. Para una información se suele contrastar entre tres y cuatro fuentes distintas. Esas fuentes deben ser creíbles, confiar plenamente en ellas (esa confianza se adquiere con años de trabajo), además una/dos deben ser institucionales. Durante casi 12 años en la profesión nunca antes una información había sido contrastada personalmente. Cuando se rompe la confianza (sinónimo de veracidad total, sin 'peros'), se pierde la 'fuente'. Y esto es lo que le sucederá a Sabadell-CAM que por mucho que digan que han aumentado sus clientes, la calle no dice lo mismo.

Hace unos días un post en mi perfil de la red social facebook decía esto: “Acaba de llegar un señor a la redacción lleno de carteles por todo el cuerpo: "Quiero mis ahorros". Lleva toda la mañana en una sucursal de la CAM y todos los empleados ni le han mirado. Me dice que le han engañado con las preferentes 23.000 euros (parte de sus ahorros), me dice que no sabe que hacer.... le he mirado y le he dicho: que quiere que le diga si yo tengo en preferentes 75.000 euros”. Ese hombre me decía que era “verdad” que “no se estaba inventando “nada”. No necesitaba contrastar nada, su historia era la mía.

Hoy (25 de julio de 2012) he estado con ese hombre, le he acompañado durante una mañana en su lucha, en mi lucha. Tener que separar la parte profesional de la personal es muy duro. Siempre hay que ser imparcial, pero cuando el dolor y la rabia lo vives desde dentro nada es comparable. Me he llevado lo más importante en mi trabajo: mi libreta, la cámara de fotos y la VERDAD.

Ese señor tiene 'bloqueados' sus ahorros en preferentes: 23.000 euros de la indemnización del Fogasa que recibió cuando fue despedido. Tras dos años en el paro decidió buscarse la vida en el campo por lo que fue al banco a por sus ahorros para comprarse un tractor. Y fue cuando empezó su pesadilla. Sí, su pesadilla y la de miles y miles de españoles que han sido ENGAÑADOS por empleados de las sucursales bancarias en las que han estafado no solo el DINERO, sino también la DIGNIDAD y la CONFIANZA. (veáse noticia en www.escapartedigital.com)

Me he sentado con él a las puertas de la entidad. Él llevaba varios carteles por el cuerpo exigiendo sus ahorros, yo mi boli. ¿Sábeis lo más asqueroso que he vivido? Los empleados (no todos, claro) salían a la calle y miraban por encima del hombro, incluso se reían de él, de mi, de todos los ahorradores que nos han tomado el pelo.

Ha venido la radio local y lo han entrevistado en directo. Eso no lo tenían previsto y rápidamente dentro de la sucursal de la CAM han cambiado el dial (creo que ya nunca más sintonizarán la radio local). Algunos de los ciudadanos que lo han escuchado desde sus casas han dejado lo que estaban haciendo y se han acercado donde estábamos. La mayoría eran mujeres, entre 60 y 70 años. Una de ellas me ha dicho: “mis preferentes se cumplen en el 2030. No creo que esté viva”. Y yo le he dicho: “Las mías se cumplen NUNCA, porque son perpetuas. No creo que ni yo, ni me descendientes estamos tampoco vivos”. Me ha mirado, nos hemos mirado... nos hemos secado las lágrimas.




Quiero contarles una cosa. Cada empleado/comercial de una entidad bancaria tiene un número: esa es su identidad laboral. Conforme se acerquen más al 1, más incentivos/comisiones/ascensos tendrán. Con cada contrato de las preferentes corrían más en esas listas. La que me 'encasquetó' mis preferentes (75.000 euros) ahora es jefa/responsable de no sé qué zona de la CAM. Hace menos de cinco años, era tesorera de una asociación. Ha corrido mucho. Por lo menos me podía agradecer que gracias a mis 75.000 euros tiene una vida mucho más cómoda y que ella no va a los supermercados buscando las ofertas.
En las últimas emisiones de las preferentes de la CAM, en 2009. Desde 'arriba' (me refiero a esos que ahora se pasean por la Audiencia Nacional con los mejores abogados penalistas de España, pagados con dinero de todos los clientes de la CAM) había más que presiones a todos estos comerciales: e.mails diarios en los que se les recordaba que había que vender más preferentes/cuotas participativas/deuda subordinada. Mi interrogante es: ¿si el responsable del equipo de un grupo de médicos le dice a estos que como las cosas están mal tienen que dar medicamentos en no buen estado a los pacientes... es ético, todo vale por un mísero ascenso, por un incentivo a final de mes? Entonces dejen de justificarse de que cumplían órdenes de 'arriba'.

Espero que dentro de unos meses, cuando el Sabadell empiece a cerrar oficinas y a echar a empleados a la calle (porque claro está, los primeros que van a caer son los de la CAM, los que más problemas han dado y los que están ocasionando la fuga de clientes) empiecen a contar la verdad. El Sabadell no ha sido un banco de ahorradores, sino de empresas por eso el canje de sus preferentes fueron totalmente diferentes. No es lo mismo lidiar con empresarios que con pobres desgraciados.

Si esto llega a cualquier empleado de la CAM, por favor les pido que ni se les ocurra decirme que sus familiares también tienen preferentes. A mi no me tomen por GILIPOLLAS más. Y si sus familiares tienen preferentes ustedes sabían lo que estaban haciendo, son bancarios y el resto NO. Yo sé hacer mi trabajo, si ustedes no saben hacer su trabajo eso es un problema de sus 'jefes'. Si un médico no sabe curar, no creo que dure mucho en un hospital. Si ustedes 'venden' un producto que no saben sus riesgos, 'apaga y vámonos' con la profesionalidad de este país. Creo que sus discursos son contradictorios. Dejen de reírse. Dejen de tomarnos no por tontos, sino por GILIPOLLAS.

Expliquen también que las preferentes de sus familiares fueron las que ustedes les vendieron en 2009 a otros ahorradores. No hace mucho, la subdirectora de una importante entidad bancaria me dijo: “Yo tengo 3.000 euros en preferentes. Sabía los riesgos que había. Por eso no metía más”. Y el director de otra entidad me lo confirmó: “A cualquier persona que se le hubiese explicado mínimamente este producto, no hubiese firmado nada”.




Espero que Bermudez (del que confío, aunque la ha cagado-desde mi humilde opinión) con el tema de Publio Cordón) revele pronto donde está todo ese dinero si en las Islas Caimán o en otros tres paraísos fiscales (según mis informaciones). Y quiero que sepan también todos ustedes que en 2009 las entidades bancarias SI sabían como estaban los mercados y sabían que los mercados secundarios (donde se mueven este tipo de productos) era un túnel sin salida. En 2009 ningún banco español confiaba en la CAM y no le prestó ni un solo euro. Por eso la CAM tuvo que maquillar sus cuentas y recapitalizarse con el sudor y muchos años de trabajo de miles de ahorradores: con su dinero.

No hay manera ni forma más cruel de robar. Lo más triste, que nuestros políticos NO ponen medidas. Y lo más ASQUEROSO que se ríen en nuestra cara con la mayor estafa financiera de este país. Sigan pidiendo rescates (con lo que conlleva ello) y dénselo todo a la banca.

PD: y no, no soy experta en temas financieros... lo que pasa es que llevo un año paseándome por muchos abogados, despachos de economistas, leyendo hasta la última letra de este tema... Llevo un año viendo demasiadas lágrimas de gente que no se merece que le hagan esto. Llevo mucho tiempo viendo llorar a mi madre.

jueves, 5 de julio de 2012

'A callar'... ¿Por qué no interesa que se digan verdades?



Allá por el 2000, cuando cambiábamos de siglo, empecé a estudiar Periodismo. La profesión ya comenzaba a sufrir índices preocupantes de desprestigio. Entonces se decía que la prensa del corazón le hacía mucho daño a la profesión. La prensa rosa ha ido perdiendo 'fuelle' y ahora acaparan más espacios en los diferentes formatos la prensa política y la prensa de Sucesos/Tribunales. Y creo que esta si que le hace mucho más daño a nuestro trabajo. No solo por consentir (incluso obligar) el cierre de medios de comunicación, porque cada vez que desaparece uno, desaparece un trozo de la libertad de expresión. DESAPARECE UNA VOZ.

En mi casa hemos sido siempre de radio. Recuerdo desde pequeñita oír a los más mayores que lo que se escuchaba en la radio 'iba a misa'. Y lo que salía en los 'papeles' (= periódicos) era sagrado. Los periodistas eran personas reconocidas. Valoradas. Respetadas.

Ójala volviesen esos tiempos. En los últimos meses, tristemente, solo escucho palabras peyorativas hacía los periodistas. Lo que escribe o dice un periodista no es inventado, cuesta mucho (muchísimo) conseguir una información. ¿Si un panadero hace su pan malo, la gente lo comprará? ¿Confiarían en su producto? ¿Su negocio iría a flote?; Si un periodista inventa, lo hará una vez, dos no. Lo más valioso que posee un periodista es su VERACIDAD, vive de su CREDIBILIDAD.

El periodismo se lleva en la sangre. En esta profesión no se trabaja por dinero, se trabaja por pasión, porque el periodista cree (y de verdad) en lo que hace. Sin olvidar nunca la ética y deontología (dos aspectos básicos que en ninguna profesión deberían olvidarse). Nuestro pan son las palabras.

Hoy (5 de julio) me han dicho al otro lado del auricular: “Tu información es bochornosa. No me gusta en el periódico donde escribes. Es una mierda. No quiero volver a hablar contigo. Y no me despiertes de la siesta (17.25)”. Perdona, tu argumento se refiere a (interpretación de su afirmación): No me has publicado lo que yo he querido y por eso te ataco. En este caso si que sería una información bochornosa y una mierda de periódico porque esa información sería totalmente sesgada y parcial. Sin contrastar, sin hablar con ambas partes (con más inri si la otra parte es la víctima/s). Después de 12 años en esto, nunca antes había tenido que escuchar nada igual. Más triste aún es escucharlo de alguien al que no voy a juzgar su trabajo, pero quizás tenga más de bochornoso.


Los periodistas (no incluyamos a columnistas, artículos de opinión, etc, ect) que hacemos información solo contamos lo que pasa. Narramos los hechos. Los hechos de una parte y de la otra. Los hechos contrastados y confirmados por fuentes institucionales y legítimas.

Estamos en un momento triste para la profesión: nos quieren callar, sea cual sea el precio. Coacciones o amenazas verbales (en ocasiones hasta físicas). A veces te paras a reflexionar y cuestionas hasta que punto es necesario llevar un spray en el bolso o andar 500 metros sin dejar de mirar hacia atrás una y otra vez (véase Hoy me han amenazado). No trabajo en México donde la libertad de información se ha convertido en recibir un tiro en la cabeza, trabajo en un pueblo de 20.000 habitantes (aunque, todo hay que decirlo, se esté perdiendo el norte). Hay días en los que no sé si es más importante velar por mi seguridad y la de los míos y dejar a un lado algo tan esencial como el derecho a informar y a que los demás sean informados. Hay días (y a pesar de que para esto soy fuerte) que lo dejaría todo. 


Los periodistas son personas 'non gratas'. Y lo somos porque contamos todas las 'mierdas' que hay ahí fuera: corrupciones políticas, delincuencia, injusticias, etc, etc. El día que se dejen de contar estas 'mierdas', espero no estar en este mundo porque habremos retrocedido muchos siglos en los que los esclavos trabajaban por un trozo de pan mientras los caciques hacían y deshacían y no pasaba nada... bueno sí, los segundos eran personas respetadas simplemente porque tenían dinero y eran poderosos, sin importar de donde procedía ese dinero (aunque fuese del sudor de otros y arrancado de sus manos).



PD. Cuando decidí hacer este blog era con otra finalidad. Por mi formación quería dar otro enfoque a la criminalidad, buscar los porqués. Los últimos acontecimientos acaecidos durante estos meses me han llevado a escribir de temas que nunca me hubieran gustado escribir porque, desgraciadamente, la protagonista tengo que ser yo y agradable no lo es (nada). Si lo escribo en este espacio son por dos razones: una, si pasa 'algo' aquí estará reflejada la ¿verdad?; dos, necesito compartirlo con todos vostro@s.

lunes, 2 de julio de 2012

Temor a los poderosos (Preferentes II)


¿Qué hubiera pasado si aquel día Rosa Parks hubiese cedido (POR TEMOR) su asiento a un blanco? ¿Qué hubiera sucedido si nuestros antepasados no hubieran luchado (POR TEMOR) por el sufragio universal? ¿Qué hubiera pasado si no hubieran existido movimientos de resistencia al nazismo? Son tantos los interrogantes que rondan mi cabeza que todos ellos solo llevan a la misma idea: la lucha por los DERECHOS HUMANOS. Por nuestros derechos. Cedemos ante los poderosos por TEMOR (tristemente cada día) pero no debemos TEMER por los que nos están arruinando económicamente y, más aún psicológicamente.

Hoy he vuelto a la sucursal de la CAM donde mi familia y yo hemos tenido todos nuestros ahorros durante décadas. He tardado dos horas para que me atendiesen. Dos horas de espera para menos de un minuto de atención. Iba a por mi test MIFID, el de mi madre y hermanas (una de ellas a pesar de que es co-titular de una gran cantidad no tiene dicho test). Creo que soy la única que lo ha pedido.

Esas dos horas me han servido para varias cosas, sobre todo para observar y darme cuenta de que soy persona ‘NON GRATA’ en dicha sucursal.  Durante ese tiempo iban pasando clientes que tras un ‘brillante’ discurso por parte de los bancarios de lo ¿maravilloso? que es la medida de canjear las participaciones preferentes o la deuda subordinada por las acciones del Sabadell, TODOS terminaban firmando esa cantidad de papeles que te dan en los bancos. Terrible error. Volvían a firmar sin leer nada. Volvían a confiar en un discurso sectario, eso sí bien aprendido (aplaudo la labor comercial que realiza Banco Sabadell–CAM en las reuniones/aprendizajes que le dan a sus empleados). Y es que, como ya pasó en su día las comisiones y los ascensos están al orden del día y los tiempos que corren no están para ‘desaprovechar’ oportunidades laborales aunque para ello deban dejarse al fondo del cajón la ÉTICA y DEONTOLOGÍA PROFESIONAL y, sobre todo, la ética humana.

No me han ofrecido ni sentarme. Antes, hace solo unos meses me llamaban a los despachos para opinar y dar consejos sobre el futuro de hijos de altos puestos de dicha sucursal. Antes, me hablaban de las vacaciones personales. Antes me contaban cotilleos de otros clientes. Antes era una  ‘buena’ clienta (por eso tengo preferentes, porque solo “se lo ofrecían a los buenos clientes”… eso me dijeron) Ahora soy rechazada porque no firmo para que mis 72.000 euros (más otros 3.000 euros) se canjeen por acciones del Sabadell. Antes compartía risas, ahora me miran con desprecio, con mucho. Ahora soy persona ‘NON GRATA’

Perdonen señores empleados de la CAM. Soy yo la que tiene sus ahorros bloqueados por su mala gestión (más concretamente por sus irregularidades, y no lo digo yo lo ha dicho el propio presidente del Gobierno -línea tercera del primer párrafo- hace unos días en el Congreso de los Diputados). Soy yo la que debería mirarles con desprecio, y no lo hago. Soy yo la que debería considerarles personas ‘NON GRATAS’ por su inhumanidad y su falta de ética profesional, y no lo hago. Ahí está la diferencia entre ustedes y esta humilde cliente que lleva trabajando desde los 14 años para que hoy le intenten ENGAÑAR de nuevo.

Los que me conocen saben que soy de ‘letras’, que los números nunca se me dieron bien. Soy licenciada en Periodismo y ahora en Criminología. De hecho, las asignaturas de’ números’ nunca se me dieron bien. En el instituto tuve que ir a un profesor particular para reforzar las matemáticas y en la Universidad lo pasé mal con una asignatura: Economía (orientada al periodismo económico). Pues bien, a pesar de ello en mi test MIFID (solo el de idoneidad, el de conveniencia no me lo han facilitado) pone que mi profesión está relacionada con los sistemas financieros (veáse fotografía, tercera línea a color). ¡¡¡Dios de mi vida!!! he pensado cuando lo he leído. Cuando adquirí las participaciones preferentes (en septiembre de 2009) ejercía mi labor laboral en un periódico en la sección de Sociedad, más concretamente en Sucesos y Tribunales (como siempre he hecho, por eso decidí especializarme y estudiar Criminología). Mis conocimientos financieros son nulos, pero en ese test (rellenado automáticamente por el ordenador de la bancaria) dice todo lo contrario. ¿Quién ha rellenado ese test? ¿Es ético y legal que te pongan esa hoja entre las demás para firmarlas? ¿Es realmente real esa firma? ¿Es un test válido?


Mi madre también tiene estudios. Ojalá hubiera podido estudiar la pobre mujer. Cuando en 1963 con solo 17 años se montó en aquel tren (en Ourense) para irse a Alemania a trabajar a una fábrica de conservas no tenía ni el graduado escolar. Eso sí, le encantaba aprender y por aquel entonces se sabía todos los ríos y provincias de España. Sabe leer y escribir a base de esfuerzo personal. Pero según ese test mi madre tiene estudios y sabe “poco de productos financieros”. A pesar de ello, arriesgó su dinero en Preferentes, se interpreta de ese test. Ójala fuese todo ello verdad y mi madre hubiera tenido otra vida más cómoda.

No lo olviden, tengo el arma más poderosa en este mundo: la VERDAD junto con la PALABRA. También tengo tiempo y aunque ahora posea menos dinero me lo voy a gastar para que delante de un juez me digan a los ojos: que me ENGAÑARON por una mísera comisión que se han llevado a costa mía y de más de un millón de estafados de toda España. Quiero recuperar mi DIGNIDAD, que es mía y nadie me la va a quitar.



PD: Hace una semana pedí que me atendiese la misma bancaria que me ‘vendió’ las preferentes. Una semana después no tengo respuesta. Hoy he hecho la petición por escrito y registrada. Recuerdo que esa señorita tiene unos peucos de lana que mi madre le hizo y le regaló porque siempre nos decía que “éramos buenas clientas”.  Y sí, nos trataba bien con esa voz dulce… todo hay que decirlo. Deseo que me los devuelva (si no los ha tirado). No quiero que tenga algo tan preciado, algo hecho con amor y de verdad, algo hecho con las manos de mi madre, con esas manos que llevan toda una vida trabajando para que ahora la traten de delincuente y le coaccionen diciendo que van a llamar a la Guardia Civil. No se lo merecen.