¿Qué es
lo que siente una víctima para terminar convirtiéndose en delincuente? ¿Qué le
pasa por la mente para cruzar la línea de lo legal a lo no legal? ¿Desesperación?
¿Impotencia? ¿Venganza? En los dos post siguientes intentaremos analizar (de
manera breve) el por qué.
El 27
de mayo, Julio, un policía local de Valencia, tras una discusión verbal apuñaló
a un trabajador prejubilado, de 55 años, de una entidad bancaria española
(Bankia). El agente, de 39 años, le asestó cuatro cuchilladas a la víctima que
tuvo que ser intervenida inmediatamente en el hospital (a día de hoy ya ha
recibido el alta hospitalaria). El policía local (en prisión por un delito de
homicidio en grado de tentativa) había
estado varias veces de baja. La razón: su ansiedad por estar arruinado. Se ha
publicado que el trabajador de Bankia le suscribió participaciones preferentes
al policía por valor de 300.000 euros. Las preferentes son productos
considerados ‘tóxicos’ por ser de una complejidad elevada destinada a inversores
(y no a pequeños ahorradores), pero en España se vendieron/suscribieron (sin
ningún tipo de información, más bien con engaños) miles y miles de millones de
euros a pequeños ahorradores que ahora han perdido su dinero o han visto como
su valor no supera ni el 20% inicial. Los juzgados españoles investigan ahora
la presunta estafa bancaria.
¿Fue
víctima el policía de una Victimización secundaria? La Victimización Primaria deriva directamente
del hecho traumático; la secundaria de la relación establecida entra la víctima
y el sistema jurídico-penal y del sistema de ayudas (indemnización, asistencia
psicológica, entre otros). Se podría decir, de un maltrato institucional que
contribuye a agravar el daño psicológico de la víctima y a cronificar las
secuelas psicopatológicas.
Mientras
que el policía local de Valencia veía que sus ahorros y el de su familia se
habían esfumado injustamente, los directivos de la entidad habían sido
apartados con indemnizaciones millonarias y sin ningún tipo de acusaciones ni
responsabilidades (por el momento). Es más, la entidad en cuestión ha sido
nacionalizada por España y el rescate financiero a la banca española ha sido de
39.500 millones (casi la mitad para Bankia).
Pero
volvamos a la victimización secundaria. Un aspecto fundamental en la
victimización secundaria es la dilación existente en el sistema de justicia
actual, debido a la demora en los procesos o a la falta de información
contribuyen a agravar la situación emocional de la víctima. ¿Podríamos hablar
de una revictimización institucional en el suceso de Valencia? Sin duda, la
revictimización institucional presenta caracteres nocivos por varias razones: daño
emocional suplementario a personas con nivel de autoestima limitado como
consecuencia del impacto sufrido; la estructuras creadas para tutelar a las víctimas provocan una sensación de
vacío y falta de aliento que alimenta la sensación de dolor y daño a la
cohesión social.
¿Qué es lo que le pasó
por la mente al policía para coger un cuchillo e intentar acabar con la vida de
un hombre?
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