martes, 4 de junio de 2013

CUANDO LA VÍCTIMA SE CONVIERTE EN DELINCUENTE (I)



¿Qué es lo que siente una víctima para terminar convirtiéndose en delincuente? ¿Qué le pasa por la mente para cruzar la línea de lo legal a lo no legal? ¿Desesperación? ¿Impotencia? ¿Venganza? En los dos post siguientes intentaremos analizar (de manera breve) el por qué.

El 27 de mayo, Julio, un policía local de Valencia, tras una discusión verbal apuñaló a un trabajador prejubilado, de 55 años, de una entidad bancaria española (Bankia). El agente, de 39 años, le asestó cuatro cuchilladas a la víctima que tuvo que ser intervenida inmediatamente en el hospital (a día de hoy ya ha recibido el alta hospitalaria). El policía local (en prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa)  había estado varias veces de baja. La razón: su ansiedad por estar arruinado. Se ha publicado que el trabajador de Bankia le suscribió participaciones preferentes al policía por valor de 300.000 euros. Las preferentes son productos considerados ‘tóxicos’ por ser de una complejidad elevada destinada a inversores (y no a pequeños ahorradores), pero en España se vendieron/suscribieron (sin ningún tipo de información, más bien con engaños) miles y miles de millones de euros a pequeños ahorradores que ahora han perdido su dinero o han visto como su valor no supera ni el 20% inicial. Los juzgados españoles investigan ahora la presunta estafa bancaria.

¿Fue víctima el policía de una Victimización secundaria? La Victimización Primaria deriva directamente del hecho traumático; la secundaria de la relación establecida entra la víctima y el sistema jurídico-penal y del sistema de ayudas (indemnización, asistencia psicológica, entre otros). Se podría decir, de un maltrato institucional que contribuye a agravar el daño psicológico de la víctima y a cronificar las secuelas psicopatológicas.

Mientras que el policía local de Valencia veía que sus ahorros y el de su familia se habían esfumado injustamente, los directivos de la entidad habían sido apartados con indemnizaciones millonarias y sin ningún tipo de acusaciones ni responsabilidades (por el momento). Es más, la entidad en cuestión ha sido nacionalizada por España y el rescate financiero a la banca española ha sido de 39.500 millones (casi la mitad para Bankia).

Pero volvamos a la victimización secundaria. Un aspecto fundamental en la victimización secundaria es la dilación existente en el sistema de justicia actual, debido a la demora en los procesos o a la falta de información contribuyen a agravar la situación emocional de la víctima. ¿Podríamos hablar de una revictimización institucional en el suceso de Valencia? Sin duda, la revictimización institucional presenta caracteres nocivos por varias razones: daño emocional suplementario a personas con nivel de autoestima limitado como consecuencia del impacto sufrido; la estructuras creadas para tutelar a las víctimas provocan una sensación de vacío y falta de aliento que alimenta la sensación de dolor y daño a la cohesión social.

¿Qué es lo que le pasó por la mente al policía para coger un cuchillo e intentar acabar con la vida de un hombre?

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