Escalofriantes las cifras que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística de España (INE) (1) en referencia a la violencia de género: 32.242 mujeres inscritas en el Registro Central para la protección de las víctimas durante 2011. A las que hay que sumar otras 7.744 víctimas de violencia doméstica.
En este
primer post analizaremos (como siempre de forma breve y con datos reales) la
violencia de género a través de las estadísticas del primer estudio realizado y
publicado por el INE. La violencia de
género (no incluye la doméstica), tal y como la define el Instituto
Nacional de Estadística, “es todo acto de
violencia física y psicológica (incluidas las agresiones a la libertad sexual,
las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad) que se
ejerza contra una mujer por parte del hombre que sea o haya sido su cónyuge o
esté o haya estado ligado a ella por una relación similar de afectividad aún
sin convivencia”.
En lo
que llevamos de año, han sido asesinadas 24 mujeres a manos de sus parejas
(cinco más que en el mismo periodo de 2012). Un problema social y un drama
familiar/personal que va en aumento a pesar de la creación de leyes específicas
(Ley contra la violencia de género o la Ley de Igualdad). En 2012 fueron
asesinadas un total de 52 mujeres. Los datos que dispone el Ministerio de
Sanidad reflejan que desde el 1 de enero de 2003 al 30 de abril de 2013, España
contabiliza un total de 675 víctimas mortales por violencia de género. Datos espeluznantes
que recogen demasiados nombres de mujeres, demasiadas historias que se quedan
en un vacío intenso y sin una explicación clara a un por qué de la violencia de
género.
¿Sólo
con la creación de las leyes se soluciona el problema social? Rotundamente NO.
Ante estas cifras desoladoras, ¿qué puede hacer la Criminología al respecto?
Como ya hemos dicho en otros post, la Criminología es una ciencia
multidisciplinar que no solo estudia el delito, sino a la víctima, al
delincuente y en suma todos los mecanismos de control social. La incorporación
de profesionales de la Criminología en los equipos de tratamiento de la
Violencia de Género deberían ser un hecho real, ya que la visión criminológica
es global (la Criminología engloba el Derecho, la Psicología y la Sociología,
así como aspectos médico-forenses). Si se quiere erradicar un problema cuyas
cifras no son nada positivas, es necesaria una intervención directa de
profesionales. No es suficiente solo con el castigo de penas más duras, la
investigación criminológica es clave para aportar soluciones.
Volviendo
a los dato (2), preocupa y mucho que las
tasas de víctimas en relación con la población total de mujeres españolas
alcanzaron su máximo en el tramo de edad de 20 a 24 años (4.115 víctimas),
seguido del intervalo entre 25 y 29 años (5.074 víctimas). ¿Es la violencia de
género cada vez más temprana en nuestros jóvenes? ¿Por qué? ¿A qué se debe?
También sorprenden las 163 víctimas de más de 75 años. El intervalo de edad con
mayor número de víctimas es el de 30 a 34 años (con 5.813 víctimas).
La
estadística refleja que dos de cada tres víctimas (20.713 mujeres) son de
nacionalidad española. Las americanas ocupan el segundo lugar (5.506) y las
europeas suman las 3.935 víctimas.
Y por
comunidades autónomas, Andalucía fue la que mayor número de víctimas de
violencia de género registró (con 7.780), seguida de la Comunidad Valenciana
(4.438), Madrid (4.095) y Cataluña (3.552). ¿Tiene alguna explicación
criminológica que estas cuatro zonas sumen el 62% de la violencia de género de
España?
¿Cuál
es la relación entre víctima y agresor? En el 28,4% de los casos eran cónyuges
(un 7,2% excónyuges); en un 24% mantenían una relación de pareja de hecho (un
20,7% eran exparejas de hecho); un 7,1% novios (un 10,7% exnovios). La mayoría
de los denunciados se concentran en el intervalo de edad entre 25 y 44 años y
dos de cada tres (65,1%) son españoles.
El
informe del INE también recopila 38.219 infracciones penales (35.061 delitos y
3.158 faltas). Los delitos más frecuentes: lesiones, amenazas, torturas y otros
delitos contra la integridad moral. Así como un total de 98.159 medidas
cautelares durante 2011: prohibición de aproximarse a determinadas personas,
prohibición de comunicarse con determinadas personas o libertad provisional.
Y ahora
que ya tenemos los datos oficiales (demasiado fríos cuando estamos hablando de
32.242 víctimas), lo que es necesario y urgente es la aplicación de una
verdadera Política Criminal para erradicar uno de los mayores problemas sociales
de España.
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