martes, 30 de julio de 2013

TRAUMA Y DUELO: EL ACCIDENTE FERROVIARIO DE GALICIA (II)



¿Qué es el duelo? Es una reacción adaptativa natural, normal y esperable ante la pérdida de un ser querido. El duelo provoca depresión, ansiedad generalizada, crisis de angustia, abuso de alcohol y/o fármacos, incluso aumenta el riesgo de muerte debido a problemas cardíacos o, en ocasiones, el suicidio.

Las cinco etapas o fases del duelo que se estudia en las Universidades es el modelo Kübler-Ross, de la psiquiatra suiza-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross (1). Este modelo se conoció en 1969 a través de su libro On death and dying, donde describe las etapas como un proceso por el cual la gente lidia con la tragedia (sobre todo cuando se diagnostica una enfermedad terminal o una pérdida catastrófica)

Las fases del duelo son:
1. Fase de Negación (‘Esto no me puede estar pasando, no a mí’). Negarse a sí mismo o al entorno que ha ocurrido la pérdida. Se trata de una defensa temporal para el individuo
2. Fase de enfado e indiferencia (‘¿Por qué a mí? ¡No es justo!’). Euforia, enfado o ira por no poder evitar la pérdida. En la segunda fase, el individuo reconoce que la negación no puede continuar.
3. Fase de Negociación. Negociar consigo mismo o con el entorno, entendiendo los pros y contras de la pérdida. En esta etapa, el individuo involucra la esperanza.
4. Fase de Dolor Emocional (Extraño a mis seres queridos, ¿por qué seguir?’) Se experimenta tristeza y dolor por la pérdida, incluso depresión. El individuo puede volverse silencioso, rechazar visitas y pasar mucho tiempo llorando y lamentándose. Este proceso permite a la persona desconectarse de todo sentimiento de amor y cariño. No es recomendable intentar alegrar a una persona que está en esta etapa. Es un momento importante que debe ser procesado.
5. Fase de Aceptación (‘No puedo luchar contra la realidad’). Se asume la pérdida, pero jamás se olvida.
Las fases hay que pasarlas una a una y si es posible en el orden expuesto para superar la pérdida de la forma más rápida y correcta, pero no siempre es así. El duelo suele durar entre dos y 12 semanas, dependiendo de la pérdida. Si en seis meses no cesan los síntomas, es necesario tratamiento psicológico ya que el duelo se puede convertir en depresión severa.

Algunas estrategias específicas de uso especial para superar el duelo son: escribir, dibujar, los libros de autoayuda (denominados como biblioterapia), incluso los animales, ya que estos permiten expresar cariño, sentimientos y una socialización obligada.

Lo que la Intervención en crisis nunca debe hacer es ofrecer la probabilidad estadística como forma de alivio, ya que desde el punto de vista psicológico de la víctima si algo le ha ocurrido, puede volver a ocurrirle.
Sin duda, el accidente ferroviario de Galicia causará un alto porcentaje de estrés postraumático completo o alguno/s de sus síntomas en las víctimas (reexperimentación del accidente, insomnio, embotamiento emocional, sensación de desapego de la realidad, irritabilidad o hipervigilancia). Y ¿cómo ayudamos a una persona en duelo? Debemos ofrecerle nuestro interés y comunicación para que la persona pueda compartir lo que quiera. Pero también debemos saber que lo que vayamos a decir a la persona no le va a aliviar instantáneamente el dolor, pero tenemos que estar ahí, a su lado, escucharle y mostrarle cariño. 

A veces las palabras sobran y si no se sabe qué decir, es mejor no decir nada. Los psicólogos dicen que reconforta más un acompañamiento en silencio, un abrazo o una mano en el hombro que una frase hecha. Hay que dejar a la persona que exprese las palabras de su dolor, que las  exprese con el dolor, con el llanto o con el enfado. Hay que sacar siempre las emociones, nunca dejarlas dentro. La recuperación será más temprana.



(1) 1926-2004) Médica psiquiatra suiza, una de las mayores expertas mundiales en la muerte, en personas moribundas y en los cuidados paliativos. Fue pionera en el campo de investigación de las experiencias cercanas a la muerte.

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